vigo

La industria marítima 'resucita' Beiramar a 20 grados bajo cero

El CLPV ocupa dos naves frigoríficas de Beiramar.
photo_camera El CLPV ocupa dos naves frigoríficas de Beiramar.
La actividad se recupera tras la reapertura de tres frigoríficos, todos a pleno rendimiento
nnn El Centro Loxístico Porto de Vigo (CLPV) ha sido el último proyecto empresarial que se ha sumado a la recuperación de Beiramar para la industria vinculada con el sector marítimo. Ha sido con todo éxito: está a tope de capacidad, al 100 por cien, y con dos frigoríficos funcionado a 20 grados bajo cero. CLPV fue la segunda compañía que logró acabar con la imagen de Jacinto Benavente y Beiramar como un desierto industrial, con hasta ocho naves cerradas, motivo de alarma en la Autoridad Portuaria y empresarios. La primera instalación del congelado reactivada fue Freiremar: un acuerdo entre Frigalsa -el mayor frigorífico europeo, en Teis- y Atunlo -la primera empresa europea de comercialización de atún- permitió recuperar la nave. Recientemente, ambas firmas ratificaron su compromiso por otros diez años: el congelador tiene capacidad para más de 3.500 toneladas y operado por Frigalsa, seguirá prestando servicio exclusivo a Atunlo, que mantendrá sus oficinas centrales en la planta superior de dicha instalación. 
Justo a continuación Coper -socio de Atunlo- formó CLPV con el 52% del capital con otros empresarios de la pesca (entre ellos los hermanos Touza), tras hacerse con dos concesiones de la Autoridad Portuaria que habían quedado vacías, una de Pescanova y otra de Pesca Puerta. Una tercera, de Frigo Berbés, no ha podido ser, al menos de momento.  Según señalaron en la firma, el resultado ha estado por encima de lo esperado y tras haber bajado la ocupación de junio a septiembre, han vuelto a llenar sus dos cámaras con 4.000 toneladas de todo tipo de productos destinados al consumo humano a 20 grados bajo cero. Entrar en un congelador supone un cambio es brutal y sólo se puede soportar durante dos minutos máximo sin un traje especial o una carretilla con calefacción. Las obras de CLPV, en dos fases, terminaron en cuanto al frigorífico en abril de 2019. En mayo, estaba ya con una ocupación del 80 %, y a partir de junio al 100 % hasta julio, con un descenso paulatino de la ocupación hasta el 75 %. Esta ocupación empezó a recuperarse en septiembre, de nuevo al 100 %. Según los responsables de CLPV el motivo de este descenso fue el tirón del stock por los clientes, fundamentalmente por las conserveras, junto con el efecto que tuvo la pandemia sobre la importación de pescado. "Nuestros clientes están reponiendo sus existencias, y se prevé un nuevo colapso ante la llegada de pota, calamar langostino y lomos de atún chinos", señalan.
 El edificio cuenta con un centro de negocios para empresas del  sector pesquero y proveedores para dar más peso al CLPV, con su tercera planta ocupada en su totalidad. "Vamos a acometer ya el acondicionamiento de la planta 2ª, ya que tenemos gran parte de alquilada. La alta demanda de nuestras oficinas, obedece a la ubicación, y al concepto moderno y modular que ofrecemos. Uno puede elegir oficinas desde 50 m2 en adelante, algo muy difícil de encontrar en Vigo", apuntan en la firma. n

Te puede interesar