La educación está en constante renovación. Tanto, que la Xunta prometió acabar con las pizarras tradicionales este mismo curso instalando paneles interactivos en todas las aulas de todos los colegios de Galicia. Pero hay cosas que nunca cambian, como la ilusión de los más pequeños cuando se reencuentran con sus amigos después de un verano separados.
Escenas como esas se pudieron ver ayer en el CEIP Pintor Laxeiro, uno de los centros de referencia del barrio de As Travesas. Los primeros en entrar al colegio fueron los alumnos de 1º de Primaria, ya que estos afrontaban uno de los mayores cambios de esta etapa: dejar la Educación Infantil y pasar a la dinámica “de los mayores”, como les explicaba la directora del centro, Esther Fernández.
Acompañados por las tutoras que habían tenido en sus cursos de Infantil para que el cambio no fuera tan repentino, conocieron a sus nuevas profesoras y disfrutaron de un día centrado en la aclimatación a sus nuevos entornos y compañeros, con un recreo más largo de lo normal y todavía sin los libros de texto, que irán trayendo a lo largo de la semana. Algunos no llevaron este cambio con la misma alegría que sus compañeros y rompieron a llorar, pero la paciencia de padres y docentes ayudó a que, finalmente, entraran en las aulas sin derramar lágrimas.
Padres y madres observaban alegres cómo estos niños volvían al colegio con una ilusión que, según comentaban, ya no estaba presente en sus hermanos mayores, ya en el instituto. Mientras, disfrutan de una etapa que saben que es única y se acaba enseguida.
