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El ILS de máxima categoría redujo al 5% los desvíos al año en Peinador

La parte del ILS instalada al final de la pista, que sirve para que los pilotos tengan el ángulo de aterrizaje con niebla.
photo_camera La parte del ILS instalada al final de la pista, que sirve para que los pilotos tengan el ángulo de aterrizaje con niebla.
El sistema de ayuda al aterrizaje de máxima categoría ha logrado que sólo el 5% de vuelos no operasen pese a la niebla abundante. Sólo los fuertes vientos, poco habituales, frustran las operaciones
 Peinador es el aeropuerto de España con más días con niebla, superando incluso a Tenerife Norte (antes conocido como Los Rodeos), que ostentaba tal marca. El pasado año, la dirección de la terminal viguesa aprobó un total de 220 alertas por baja visibilidad (LVP, en sus siglas en inglés), y este año iban 100 hasta septiembre: desde entonces, casi a diario de nuevo. Sin embargo, la operatividad se mantiene muy elevada: más datos, sólo se anularon o desviaron el 5 por ciento de los vuelos programados. Y eso se debe a la entrada en servicio del ILS (siglas inglesas de instrumento de ayuda al aterrizaje) de rango III, el máximo, que ha colocado a Peinador en la élite y permite que los aviones puedan aterrizar incluso a ciegas, aunque la última palabra siempre es del piloto. 
No todos los aeropuertos disponen de un sistema así. Ni siquiera Oporto, aunque en este caso se debería a que por su emplazamiento no se producen las brumas de Peinador. No obstante, han sido varios los vuelos desviados desde la terminal área de la ciudad portuguesa a Vigo en días de baja visibilidad. No es un consuelo, pero sí la constatación de que el nuevo equipo funciona, explica Ana Molés, directora de Peinador. Lleva ya dos años en un cargo que exige muchas horas. 
El aeropuerto prácticamente está abierto todo el día. Antes de las seis y media de la mañana está en marcha y la actividad continúa hasta las doce y media de la noche y todavía se prolonga hasta más allá de las dos si hay algún carguero que atender -casi siempre operan en horario nocturno- o un vuelo especial, como por ejemplo con el Celta en sus desplazamientos. En esos casos, la terminal no para. EL ILS tampoco: siempre está activado, aunque a menudo se le confunde con el SIA, el sistema de iluminación, emplazado muy cerca, en la cabecera. 
El ILS de Peinador resulta visible, aunque en realidad son dos instrumentos, uno en cada parte de la pista, de 2.385 metros de longitud, suficiente para que puedan aterrizar y despegar aviones de tipo medio, lo que utilizan Vigo como destino. A simple vista, parece que no hay posibilidades de extender la pista, pero no es así. Y de hecho, ya se han ganado algunos metros gracias a terraplenes. No obstante, dicha actuación no se encuentra en la agenda. Alvedro tiene 2.365 metros y en Lavacolla supera los tres kilómetros. 
La operatividad del sistema de ayuda al aterrizaje está vinculada directamente con las condiciones del aeropuerto. Este pasado jueves, la niebla llegaba y se marchaba, pero el viento soplaba con fuerza, y eso es peor, porque ahí no puede intervenir el ILS, lo que llevó a que un avión abortara su aterrizaje y diera la vuelta a Madrid. En eso hay otros aeropuertos “líderes”, como Bilbao, señala Molés. Una vez el observatorio de la Agencias de Meteorología, Aemet, de Peinador advierte de que el umbral de visión directa se reduce a 1.700 metros se abre el preaviso para LVP, que se activa a continuación, con avisos a la torre y a operaciones. n

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