La huella del viejo Vicus aflora de nuevo en Rosalía

Uno de los hallazgos en las obras en marcha en la plazoleta Balado, en Rosalía.
photo_camera Uno de los hallazgos en las obras en marcha en la plazoleta Balado, en Rosalía.
Dos obras en otras tantas parcelas sacan a la luz nuevos restos vinculados con el pasado romano de la ciudad

Dos actuaciones en marcha en otros tantos terrenos Rosalía de Castro han sacado a relucir hallazgos, una nueva prueba de que la actividad que se desarrolló en esa zona entre los siglos I y III fue muy intensa y extensa en el tiempo, el que coincidió con el Vicus romano, cuyo nombre no está aún por completo claro. Esta semana se conoció que en la parcela entre Oporto y Rosalía, donde se encontraba un edificio de Jenaro de la Fuente, se han localizado nuevos restos de la ya famosa salina, probablemente la mayor de la costa atlántica europea, musealizada en los restos bajo el centro de salud. La salina fue construida por los romanos en el siglo I y mantuvo su actividad hasta el siglo III, cuando dejó de funcionar debido según parece al alejamiento de la línea de costa, lo que impedía que el mar accediera a los tanques y, por tanto, resultaban inútiles para producir sal. Las excavaciones se realizan por orden de la Consellería de Cultura, y la Dirección de Patrimonio Cultural de Galicia, que tras recibir el informe decidirá qué hacer con el yacimiento, en función de su interés y conservación. 

En todo caso, ha quedado claro que el desarrollo preindustrial de la salina se extendía durante cientos de metros, como se pudo constatar en Marqués de Valladares, donde ahora la empresa Avantespacia construye otro edificio: en el terreno se encontraron depósitos que podrían haberse utilizado para elaborar la salsa garum, a base de restos de pescado. Dicho hallazgo tiene que ser musealizado. En cuanto al proyecto de Rosalía-Oporto, la promotora del edificio es Seagull Porto, que impulsa la rehabilitación y ampliación de la parcela donde durante años estuvo el primer edificio de la entonces llamada “prolongación de Marqués de Valladares", como se llamó durante años el tramo desde la calle Pontevedra hasta García Barbón, antes de que tras superar los obstáculos, se iniciara su urbanización, en tiempos de Carlos Príncipe. 

El otro punto ha sido el Callejón Balado, una pequeña plazoleta entre Rosalía de Castro y Areal donde el Concello acaba de iniciar unos trabajos de mejora, con el compromiso de mantener el arbolado existente, como reclamaron de forma insistente los vecinos al alcalde. En las primeras actuaciones han encontrado restos de arcilla probablemente romana. También acudieron arqueólogos para estudiar el hallazgo y su interés, y si hay que realizar un estudio más a fondo. La obra continúa adelante.

Te puede interesar