LA TERCERA OLA DEL COVID

Los hosteleros de Vigo exigen unidad política para rescatar al sector

La actual situación del covid en Vigo podría limitar la actividad de la hostelería solo a terraza la próxima semana.
photo_camera La actual situación del covid en Vigo podría limitar la actividad de la hostelería solo a terraza la próxima semana.
Casi el 40% de los establecimientos de Vigo se han vistos forzados al cierre por el covid

 La hostelería de Vigo es tajante y soliciten a todas las instituciones que cooperen en el rescate al sector, el principal afectado por las restricciones derivadas de la crisis sanitaria desde su irrupción el pasado mes de marzo. Los principales representantes de los hosteleros en la ciudad clamaron ayer por una indemnización efectiva que pueda paliar un panorama desolador para su actividad, ya que hasta el momento casi el 40% de los establecimientos de la ciudad se encuentran cerrados por las dificultades ocasionadas con la pandemia.

Así lo trasladaron en rueda de prensa César Sánchez-Ballesteros, presidente de la Federación Provincial de Hosteleros (Feprohos); Rubén Pérez, presidente de Zona Náutico; y Carlos Rodríguez, presidente de la Asociación Provincial de Establecimientos Musicales y Espectáculos Reglados (Apemer). “Se está produciendo un juego muy peligroso cuando las instituciones juegan a pasarse la pelota con el rescate a la hostelería”, consideró Sánchez-Ballesteros. El presidente de Feprohos lamentó las únicas ayudas directas planteadas para la hostelería hayan sido las de la Xunta y que “el 50% del sector no puede optar a la más mínima ayuda y lo que hay son entre 1.000 y 2.000 euros por establecimiento que no da para nada tras tantos meses de impacto de la pandemia”. A su vez, el máximo representante de los hosteleros de la provincia hizo referencia a que, pese a gobernar el mismo partido, en otras diputaciones y ayuntamientos de grandes ciudades “sí ha habido apoyos directos al sector que aquí no hemos tenido”.

Sánchez-Ballesteros, al igual que el resto de representantes de los hosteleros vigueses, se mostró partidario de seguir el modelo de ayudas que se aplicarán para el sector en la Comunidad Valenciana, en el que las administraciones autonómica, provinciales y los ayuntamientos participan de este rescate aportando unas partes proporcionales de estos fondos. El presidente de los hosteleros reiteró su pesar porque “no estemos siendo apoyados desde la administración central, con ayudas al nivel de Hungría. Ojalá recibiésemos las que se plantean en Portugal, Francia o Italia”. 
Ante el incremento de las cifras de casos en el área sanitaria de Vigo y, concretamente, la posibilidad de que a partir de la próxima semana la ciudad entre en el mayor rango de restricciones –limitando la actividad a las terrazas–, los hosteleros reiteran que “nosotros no somos el problema y somos los más afectados por las restricciones de aforo, horarios y cierres perimetrales”, consideró Rubén Pérez. 

El presidente de Zona Náutico apuntó que “es el momento de demostrar si se apoya o no se apoya a la hostelería”, criticando que el incremento reciente de casos activos en el área de Vigo responde a una flexibilización de las medidas “con reuniones familiares que nada tienen que ver con la hostelería”. En este sentido, añadió que “no se ha actuado bien y será necesario que si alguien se equivocó tomando decisiones asuma responsabilidades”. Pérez apuntó que las medidas fijadas por la Xunta sobre el sector son “de las más estrictas en toda España,  más que otras comunidades con un mayor número de casos” y avanzó que hasta el fin de las restricciones, hosteleros y comerciantes realizarán cada día a las 12 horas un minuto de silencio.

Carlos Rodríguez, empresario de ocio nocturno en la ciudad y presidente de Apemer, recordó que esta parte de los hosteleros de Vigo lleva “diez meses con los locales cerrados, con ayudas que son insuficientes”, detallando que solo 280 locales pudieron optar a subvenciones para alquileres, cuando se barajó que llegarían a 800. Rodríguez indicó que la situación es “límite” y explicó que una parte del ocio nocturno se ha quedado ya por el camino: “Los ERTE y las ayudas planteadas no llegan, el SEPE todavía mantiene deudas con trabajadores, por eso es necesario un rescate efectivo, siguiendo el modelo de la Comunidad Valenciana”.

Las administraciones continúan sin acuerdos para indemnizar al sector

Esta misma semana el vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, mantuvo un encuentro con representante de la hostelería, trasladándoles la propuesta de un fondo de cooperación conjunto financiado por la Administración autonómica al 50%; las Diputaciones aportarían el 30 y los ayuntamientos, el 20% restante. 

Esta oferta no fue bien recibida por parte del alcalde, Abel Caballero, quien este jueves en rueda de prensa instó a la Xunta a dar esas cantidades con los fondos europeos recibidos. “Si la Xunta quisiera hacer algo con los ayuntamientos, debería hablar con nosotros, pero si quiere aportar recursos, que los envíe, que los hacemos llegar de inmediato a los hosteleros”. En este sentido, indicó que el Concello ya cuenta con un programa de ayudas al sector “muy importante”, consistente en la exención de tasas por la instalación de terrazas en la vía pública y otras bonificaciones en impuestos municipales, además de “mover actividad” para atraer visitantes, como las luces de Navidad.

Por su parte, ayer mismo la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, calificó como“trilerismo político” el anuncio de Rueda al respecto de ese fondo de cooperación conjunto. Silva afirmó que la Xunta “juega de farol” porque no informó de sus planes al resto de administraciones implicadas en este “proyecto fantasma”. La presidenta de la Diputación exigió a la Administración autonómica que tenga “respeto a los sectores productivos que lo están pasando ciertamente mal”, todo ello tras la reunión mantenida por videoconferencia con sus homólogos en A Coruña y Lugo, para tratar la situación de la hostelería y las indemnizaciones para el sector desde el ámbito local y provincial.

Ante las críticas realizadas desde el Concello y la Diputación, la delegada de la Xunta en Vigo, Marta Fernández-Tapias reiteró que ante la situación crítica generada por la pandemia en la hostelería y el comercio “debemos trabajar todos juntos”, instando a las administraciones local y provincial a cooperar en este fondo compartido tomando como referencia el pacto alcanzado por las instituciones de la Comunidad Valenciana. A su vez, Fernández-Tapias cifró en 2,6 millones de euros las ayudas directas abonadas al sector de la hostelería de Vigo, beneficiando a un millar de negocios y que suponen el 87,2 % de las subvenciones otorgadas en la ciudad. La delegada de la Xunta en Vigo recordó que la Administración autonómica ya trabaja en un segundo plan de rescate y “seguirá al lado de los sectores que más están sufriendo”, con nuevas ayudas a autonómos, microempresas y negocios de hostelería.

Concentración este lunes ante la Xunta, Diputación y Concello de Vigo

 Para hacer llegar sus peticiones nuevamente a las principales administraciones, los hosteleros de la ciudad, junto a representantes del pequeño comercio, convocan este lunes una movilización. Esta concentración se iniciará a las 10,30 horas ante la sede de la Xunta y posteriormente se trasladará hasta la sede de la Diputación en Vigo, el Concello y finalizará en Plaza de España. 

“En esta concentración reclamaremos que se siga el modelo de Valencia, solicitando la renovación de los ERTE y un cambio en las cláusulas que favorezcan el mantenimiento del empleo en el sector”, explicó Rubén Pérez. 
Por su parte, el ocio nocturno vigués estará presente en otra convocatoria en Santiago de Compostela y prevista para el próximo 6 de febrero.

"Los gastos son los mismos y no tenemos ayudas"

Rocío Fernández, de La Galia de Viriato.

 "Los gastos siguen siendo los mismos, hay que seguir pagando y no tenemos ayudas", señala Rocío Fernández, encargada de la cervecería La Galia de Viriato. Las restricciones horarias han limitado en gran medida la afluencia de clientes a este establecimiento, ya que "muchos clientes fijos no pueden pisar el bar hasta que salen de trabajar, a las 5 o las 6 de la tarde, cuando ya estamos cerrando".
En este momento, Fernández trabaja en La Galia de Viriato junto a otra camarera, pero tiene a otras dos empleadas en el ERTE, "la cosa va a peor y no he podido sacarlas". Teme incluso tener que cerrar si aumentan las restricciones. Fernández también reconoce que muchos establecimientos "no cumplen" las restricciones de aforo establecidas, "están las terrazas a reventar y al final eso lo acabamos pagando los que respetamos estas medidas", asegura. 

"No nos compensa abrir solamente la terraza"

Katy Pereira, del café Lodosa.

 "Con el 50% del aforo fuera tenemos tres mesas, no nos compensa abrir solamente la terraza porque perderíamos dinero", asegura Katy Pereira, encargada del café Lodosa, que ya no abrió sus puertas durante las primeras fases de la desescalada del confinamiento del pasado año, cuando solamente se podía atender a los clientes en las terrazas de los bares y cafeterías.
"Hay gente que lo ve como si no quisiéramos trabajar, pero ojalá me dejaran trabajar, pero no vamos a hacerlo para perder dinero", apunta Pereira. En su local, situado en la avenida de Fragoso, solamente cuentan con cuatro mesas en el interior. "En una cafetería pequeña como esta, el 50% de nuestros clientes venían a tomar algo en la barra y charlar, pero ahora ya no se acercan", destaca. Ante esta situación, Pereira ha tenido que mantener a una de sus dos empleadas en el ERTE. 

"Estamos sobreviviendo como mejor podemos"

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 En la cafetería Triketa mantienen a la mitad de su personal en el ERTE ante las dificultades que se están encontrando a causa de las restricciones establecidas a causa de la pandemia del covid, una complicada situación ante la que Beatriz Álvarez reconoce que "estamos sobreviviendo como mejor podemos".
Ayudas como la ampliación del espacio de la terraza no permiten superar este bache, al seguir limitada al 50% del aforo. Ante el posible aumento de estas restricciones, Álvarez asegura que "la mayoría de nosotros cerraremos si hacen otro cierre de interior". Señala que retomar la actividad después de cada cierre es como abrir un negocio nuevo, algo que estos locales no pueden afrontar una y otra vez. "En noviembre solamente estuvimos tres días trabajando pero tuvimos que pagar la seguridad social, la luz, el agua, el teléfono, el sueldo de los empleados, los gastos son los mismos". 

"Nos conformamos con mantenernos como ahora"

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 "Ahora mismo ya casi nos conformamos con mantenernos como estamos ahora", reconoce José González, responsable del Café Jardín, ante el miedo de que el aumento de los casos de covid traiga restricciones todavía más duras para la hostelería, aunque no se plantea cerrar su local. "Estamos facturando la mitad porque por las restricciones de horario, pero durante la pandemia lo primero tiene que ser la salud", asegura.

De las cuatro personas que trabajaban habitualmente en este establecimiento, ahora mismo solamente están González y una camarera contratada a media jornada, aunque en esta ocasión, a diferencia del confinamiento del pasado año, no cuenta con ningún empleado en el ERTE. A pesar de todo, González reconoce que si Vigo pasara al nivel máximo de las restricciones, sin poder atender a clientes en el interior de los locales, lo más probable es que tenga que prescindir de contratar a más personal para poder salir adelante.  

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