Presenta trece pequeñas novelas en una sola. ¿Cada propietario de la perla es una nueva realidad?
Lo que yo quería era que fuesen historias totalmente distintas, con narradores diferentes y con distintos formatos, desde confesiones al estilo epistolar.
¿Cuál es su episodio favorito?
Tengo varios, pero las más especiales la del niño enano de la corte de Felipe IV, Nicolasito Pertosato, y la de Lucy O´Brian, la amante de Napoleón III, pocos saben que llegó a emperador gracias a los trucos de ella, la hija de un zapatero.
En toda esta trayectoria hay mucha documentación, ¿deja sitio a la ficción o la intuición?
He sido lo más fiel posible a la historia real. No me gusta que me metan cuentos chinos y yo no lo hago. La trayectoria de La Peregrina está muy documentada. Aunque no todo lo que sale pasó, sí es verosímil. Yo no estaba debajo de la cama de Felipe II para saber qué le contó a su esposa.
¿De dónde surgió el nombre de La Peregrina?
Aunque lo pueda parecer, el nombre no se debe a los muchos cambios de propietario. Se llamó La Peregrina en referencia a su rareza. Era tan extraordinaria que también la denominaron La Única o La Sola.
Su trayectoria comienza con una tragedia en 1579. ¿Cómo marca su leyenda?
Me costó bastante encontrar documentación sobre la extracción de perlas en Panamá. Allí los esclavos recogían conchas del tamaño de parasoles, muchos morían en las inmersiones. Si las perlas que encontraban eran buenas podían comprar su libertad. Decían que traían amor y vientos. Hubo a quien le benefició y a quien metió en situaciones muy complicadas. Me sirve de hilo para cubrir 500 años de historia de épocas muy diferentes, pero siempre en manos muy poderosas: Desde Felipe II a los Borbones cuando los Austrias languidecieron para pasar después a los Bonaparte y a Victoria Eugenia y acabar en el imperio del cine, Hollywood.
Comienza y finaliza su novela con Elisabeth Taylor, a modo de homenaje. ¿En qué sentido?
Cuando su carrera empezó a declinar, su representante la convenció de que se reinventase como Charlton Heston, que hablaba sobre la Biblia o Orson Welles que escribía novelas de misterio. Pensó que podría escribir sobre sus joyas, las tenía magníficas, pero se dio cuenta que si La Peregrina tenía un pasado, había otras que por muy valiosas que fuesen no tenían nada que contar. El proyecto se quedó en un catálogo de joyas. Yo lo he acabado.
De todos sus portadores, ¿con quién cree que encajó mejor?
El que más ternura me sugiere es Carlos II, el hechizado. No aparece con ella en ningún cuadro, pero unos viajeros franceses recogen en su crónica que la llevaba en el sombrero. El pobre era un desecho humano, subió al trono a los 4 años y no sabía andar, a los 14 no le quedaba ningún diente y a los 20 estaba totalmente calvo.
