VIGO

Grupos contrarios al partido de Abascal abuchearon a los ocupantes de los vehículos

La marcha, ayer en Vigo.
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Grupos contrarios al partido de Abascal abuchearon a los ocupantes de los vehículos

La primera protesta en coche celebrada en Vigo y convocada por Vox a nivel nacional estuvo marcada por la presencia policial y la presencia de grupos contrarios que se concentraron en mitad y en el final del recorrido. El cabeza de lista en la provincia de Pontevedra del partido de Abascal, Antonio Ramilo, manifestó una vez finalizado el acto que este era "una respuesta contundente contra el gobierno de Sánchez e Iglesias. Un gobierno incapaz y sectario, responsable de la muerte de miles de personas y la ruina de millones de españoles". En la caravana  participaron sobre un centenar de vehículos.

La concentración contraria a los manifestantes terminó con una persona identificada y algunos momentos de tensión, finalizando con la intervención de los agentes antidisturbios de la Policía Nacional que disolvió a los grupos que se encontraban apostados a ambos lados de la acera en la calle Coruña con la plaza de Eugenio Fadrique, lugar por el que tenía que pasar la caravana.

La manifestación comenzó poco antes del mediodía ante la delegación de Hacienda, donde fueron repartidas las banderas entre los vehículos, entre los que había numerosas motos. La comitiva inició el recorrido hacia Beiramar en una fila ordenada que poco a poco se fue  rompiendo entre el tráfico, bastante intenso a aquellas horas en toda la zona. Al llegar a la altura de la concentración contraria a esta protesta convocada por Vox, los agentes formaron una barrera para impedir que se produjeran altercados, que no llegaron a registrarse. Pese a todo, los gritos increpando a los ocupantes de los coches con bandera se sucedieron, coreando en varias ocasiones "Vigo será la tumba del fascismo". 

Durante una media larga hora, todos se mantuvieron en las aceras esperando el regreso de los coches, cuyo recorrido previsto era regresar hasta el punto de salida desde A Laxe, donde también se habían concentrado algunas personas para protestar también por esta caravana. En la segunda vuelta, algunos de los coches se vieron obligados a desviarse de la ruta ante el atasco y los ánimos exaltados de algunos, coincidiendo con  la identificación de una joven que protestaban en la acera. 

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