Al ser un deporte al aire libre y donde se pueden respetar las distancias, es compatible con las medidas de la Covid
El golf, como todos los deportes, tiene seguidores que lo practican como actividad deportiva y otros como afición. En este caso, los que lo juegan es, mayormente, como hobby. Otros, como excusa para andar, porque son mínimo dos horas seguidas caminando.
En Vigo está el Aero Club junto al aeropuerto de Peinador, el único campo de golf en el área, a casi media hora del centro de la ciudad. Sara Villanueva, gerente del Aero Club de Vigo, dice que el golf se está volviendo una actividad social y familiar. También comenta que la media de edad de los socios es de más de 60 años: "Gente que después de la jubilación empieza a jugar, suele ser hobby y para caminar".
Abrieron el 12 de mayo, en la fase 1 de desescalada, y tuvo buena acogida: "No notamos menor afluencia respecto al año pasado". Cuenta que tuvieron que poner hora de reserva y hora de salida. "Tenemos un lío tremendo", finaliza.
Otro club de golf cercano a la ciudad es el Club Ría de Vigo, en Moaña. José Luis Gallego, director del club, comenta que abrieron a mediados de mayo. Tienen más afluencia aún que el año pasado, por estar en campo abierto y por poder tener distancia social.
En cuanto a la situación sanitaria actual, es obligatorio el uso de mascarilla en las instalaciones, al entrar y al salir. Aunque, durante la práctica del golf se puede quitar. Por ejemplo, en las entregas de premios de torneos, se solía poner aperitivo después. Ahora, la entrega se sigue haciendo, pero con mascarilla y con más cuidado.
En la ciudad hay golfistas que son habituales. "Tenemos socios que vienen todos los días", destaca Villanueva. Añade que durante el invierno solamente hay golfistas de Vigo, pero en verano viene gente de fuera, de Galicia y de Madrid. "Ahora en verano es una locura", reconoce.
Es el caso de Martín y Javier, dos madrileños de 18 años que vienen todos los veranos a Vigo donde siguen practicándolo: "Jugamos desde hace catorce años". Por otro lado, Marta, de 70 años, dice que es una práctica muy educativa y que se transmite de padres a hijos y de hijos a nietos: "Llevamos toda la vida".
Adelaida, de 67 años, cuenta que empezó en el golf porque quería un hobby, para salir de su trabajo: "Me ayudó a desconectar de toda la carga, yo iba al campo y esas horas me olvidaba de todo".
En Vigo está el Aero Club junto al aeropuerto de Peinador, el único campo de golf en el área, a casi media hora del centro de la ciudad. Sara Villanueva, gerente del Aero Club de Vigo, dice que el golf se está volviendo una actividad social y familiar. También comenta que la media de edad de los socios es de más de 60 años: "Gente que después de la jubilación empieza a jugar, suele ser hobby y para caminar".
Abrieron el 12 de mayo, en la fase 1 de desescalada, y tuvo buena acogida: "No notamos menor afluencia respecto al año pasado". Cuenta que tuvieron que poner hora de reserva y hora de salida. "Tenemos un lío tremendo", finaliza.
Otro club de golf cercano a la ciudad es el Club Ría de Vigo, en Moaña. José Luis Gallego, director del club, comenta que abrieron a mediados de mayo. Tienen más afluencia aún que el año pasado, por estar en campo abierto y por poder tener distancia social.
En cuanto a la situación sanitaria actual, es obligatorio el uso de mascarilla en las instalaciones, al entrar y al salir. Aunque, durante la práctica del golf se puede quitar. Por ejemplo, en las entregas de premios de torneos, se solía poner aperitivo después. Ahora, la entrega se sigue haciendo, pero con mascarilla y con más cuidado.
En la ciudad hay golfistas que son habituales. "Tenemos socios que vienen todos los días", destaca Villanueva. Añade que durante el invierno solamente hay golfistas de Vigo, pero en verano viene gente de fuera, de Galicia y de Madrid. "Ahora en verano es una locura", reconoce.
Es el caso de Martín y Javier, dos madrileños de 18 años que vienen todos los veranos a Vigo donde siguen practicándolo: "Jugamos desde hace catorce años". Por otro lado, Marta, de 70 años, dice que es una práctica muy educativa y que se transmite de padres a hijos y de hijos a nietos: "Llevamos toda la vida".
Adelaida, de 67 años, cuenta que empezó en el golf porque quería un hobby, para salir de su trabajo: "Me ayudó a desconectar de toda la carga, yo iba al campo y esas horas me olvidaba de todo".
