El Juzgado de Instrucción número 7 de Vigo continúa con la investigación sobre la denuncia por secuestro sexual cometido por un matrimonio en un piso de Castrelos, en cuyo registro, el principal sospechoso perdía la vida al lanzarse por la ventana.
La Fiscalía ha solicitado citar a declarar a más posibles víctimas de dicho matrimonio, después de que ya lo hicieran dos de ellas como testigos protegidos. Ambas, procedentes de Nicaragua, habían sido contratadas como empleadas de hogar y obligadas supuestamente a realizar las tareas en ropa interior.
Una de ellas, que aseguró estar retenida, fue la que interpuso la denuncia. La otra mujer se encontraba en el interior de la casa cuando tuvo lugar el registro.
Las investigaciones policiales han llevado a localizar al menos una víctima más, que podría declarar en los próximos días.
La viuda, que fue detenida junto a su marido, permanece en prisión provisional. En su declaración ella se desvinculó de cualquier actividad delictiva vinculando las decisiones de su casa al marido.
Lo que no se ha podido conocer hasta el momento es la motivación para llevar a cabo este tipo de prácticas, ya que no se habrían denunciado abusos y las cámaras encontradas en el domicilio eran de vigilancia, no de grabación, y hacía tiempo que no funcionaban por falta de pago.
El caso se ha convertido en uno de los más extraños a los que se ha enfrentado la Policía en Vigo en los últimos años. Una de las hipótesis según las pruebas recabadas es que el hombre hiciera creer a las mujeres que detrás había una organización, lo que sería utilizado como método de amenaza.
Una de ellas, que aseguró estar retenida, fue la que interpuso la denuncia. La otra mujer se encontraba en el interior de la casa cuando tuvo lugar el registro.
Las investigaciones policiales han llevado a localizar al menos una víctima más, que podría declarar en los próximos días.
La viuda, que fue detenida junto a su marido, permanece en prisión provisional. En su declaración ella se desvinculó de cualquier actividad delictiva vinculando las decisiones de su casa al marido.
Lo que no se ha podido conocer hasta el momento es la motivación para llevar a cabo este tipo de prácticas, ya que no se habrían denunciado abusos y las cámaras encontradas en el domicilio eran de vigilancia, no de grabación, y hacía tiempo que no funcionaban por falta de pago.
El caso se ha convertido en uno de los más extraños a los que se ha enfrentado la Policía en Vigo en los últimos años. Una de las hipótesis según las pruebas recabadas es que el hombre hiciera creer a las mujeres que detrás había una organización, lo que sería utilizado como método de amenaza.