Fin a una okupación de lujo en Vigo

Un jardinero trabajaba ayer en la recuperación de la finca exterior del chalé del Castro.
photo_camera Un jardinero trabajaba ayer en la recuperación de la finca exterior del chalé del Castro.
El juez autorizó desalojar el chalé del Castro tras un año. Los gestores realizaron un fuerte desembolso para recuperar la vivienda

El chalé en venta más caro del entorno del Castro, la zona de mayor renta de la ciudad al lado de Canido, se ha quedado finalmente “libre” tras un año de okupación, pacífica pero persistente. Solo tras un largo proceso judicial la inmobiliaria Gran Manzana, que gestiona la salida al mercado de la vivienda emplazada frente a la iglesia de la Soledad, ha conseguido librarse de los huéspedes, que no se marcharon hasta que el juez así lo indicó taxativamente. 

 

 

Como explicaba una responsable de la firma, “no eran violentos, ni mucho menos, pero no querían irse, así que no hubo más remedio que iniciar un proceso judicial, que ha sido muy largo y caro”, señaló. El chalé se quedó vacío hace un par de años y la familia decidió colocarlo en el mercado a través de una firma especializada, barajándose entonces un precio en torno a los dos millones de euros, uno de los más elevados de toda la ciudad.

Ahora resulta imposible. “Ha quedado muy afectado, hemos tenido que enviar una empresa especializada en limpieza para poner al día el jardín y ordenar todo el interior, que hay que adecuar, va a resultar un dineral, pero no hay  más remedio para tenerlo en condiciones”, señalaron en la inmobiliaria.

 Aunque no se ha hecho público cuál sería ahora su precio de salida, con seguridad estará bastante por debajo del millón de euros, pese a contar con una finca ajardinada y su emplazamiento espectacular. Pero ha perdido valor. “No había forma de venderlo mientras estaban los okupas, y eso que al principio los toleramos, pero con la condición de que fuera solo por un tiempo muy corto”, añadieron. No fue así: los okupas alegaron que carecían de un domicilio y decidieron quedarse mientras se alargaba el proceso judicial.

“Parecía imposible echarlos, pero al final se impuso la vía judicial, aunque costó mucho”, indicó la misma portavoz, que ya giró una visita al interior del chalé para constatar su importante deterioro, lo que obliga a gastar dinero para ponerlo al día. “A ver si es posible, vamos a intentar venderlo cuanto antes”, indicó. 

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