Pocos de sus miles de asistentes se quedaron secos en una nueva edición de esta popular fiesta de Interés Turístico Nacional, después de una larga noche de marcha en la que no hubo incidencias notables
La Festa da Auga de Vilagarcía de Arousa volvió a reunir a miles de personas sin miedo a empaparse por completo en sus calles. Es más, cada vez que el agua que caía sobre sus cabezas no era suficiente, reclamaban más al grito de "Aquí non chega!". Al terminar la tradicional procesión de "San Roquiño O Pequeno", tuvo lugar la lectura de un celebrado pregón feminista a cargo de la asociación O Soño de Lilith, tras el cual el agua comenzó a inundar las calles de la llamada "Zona Húmeda" del municipio. El vilagarciano Fran García se encargó de poner el acompañamiento musical al inicio de la fiesta con su imitación de Freddie Mercury, interpretando "I Want to Break Free".
Como todos los años, no fueron únicamente los miembros del servicio de emergencias municipal los encargados de empapar a manguerazos a los asistentes desde sus camiones cisterna, si no que los vecinos de la "Zona Húmeda" colaboraron con cubos, mangueras, utensilios de cocina y todo lo que tuvieran a mano para no dejar a nadie seco. Los visitantes también emplearon pistolas de agua o globos.
Como novedad de este año se estrenó un nuevo sistema pulverizador de agua, en medio de la plaza de Galicia, que funcionaba permanentemente para remojar a todas las personas que estaban debajo. Además, hubo una edición para niños, la "Minifesta da Auga" en la Praza de Ravella con animación infantil e inchables, toboganes y mucha agua.
Después de la mojadura, los servicios de limpieza procedieron a dejar la zona presentable para las celebraciones de la tarde. Este año se hizo especial hincapié en reclamar civismo y respeto durante la fiesta, dando una serie de pautas para disfrutarla correctamente con particular énfasis en la correcta gestión de los residuos de vidrio o la prevención para evitar cortes o caídas. Estas normas también iban dirigidas a la larga fiesta nocturna que precede a la celebración principal, en la que afortunadamente no tuvo lugar ningún incidente reseñable.
La Festa da Auga tuvo su broche final la noche de ayer con el emotivo homenaje al músico vilagarciano Manuel Lassa, fallecido a principios de este año, a cargo de sus compañeros del grupo Los Duendes, una destacada banda de música popular de los años 60 y 70, junto a numerosos vocalistas invitados. Llegó así a su fin una de las más conocidas y multitudinarias de las muchas celebraciones del Día de San Roque que tienen lugar por toda Galicia.
