El ferry con el Reino Unido se complica al entrar Oporto

La terminal de Incargo, en la Estación Marítima, como estaba dispuesta para el tráfico de cruceristas.
photo_camera La terminal de Incargo, en la Estación Marítima, como estaba dispuesta para el tráfico de cruceristas.

Las restricciones para el viaje turístico entre Gran Bretaña y España lastran el proyecto de conexión marítima desde Vigo a Irlanda e Inglaterra. Leixoes toma la delantera

El anunciado ferry entre Vigo y las islas británicas (con puertos de Irlanda y Reino Unido) se complica ahora por la entrada en liza de Leixoes, la terminal de Oporto,  que tendría muchas mejores bazas para sellar el acuerdo con la naviera Brittany debido a la distinta consideración de España y Portugal por las autoridades británicas en cuestión turística. De hecho, Londres no pone problemas ni restricciones para que cruceristas puedan ir a Portugal, pero en cambio ha puesto reparos con España, al parecer por la incidencia del covid y el retraso en la vacunación. Todo ello lastra las opciones de Vigo. Fuentes de la empresa viguesa Incargo reconocieron que su socio, Brittany, se lo está planteando pero en absoluto tiran la toalla con su proyecto de conexión marítima desde Bouzas para mercancías, coches y pasajeros.

Según destacó un portavoz de Incargo, aunque la empresa viguesa tiene un proyecto muy avanzado, que cuenta con el respaldo de los puertos de Vigo y Cork (Irlanda), la Autoridad Portuaria de Leixoes cuenta con la ventaja de que Reino Unido no ha planteado limitaciones para que sus turistas viajen a Portugal, pero sí a España, destino que no considera seguro.  

Si Brittany cambia de “pareja”, sus barcos comenzarían a viajar desde Leixoes con mercancía y cruceristas, lo que permitiría a Oporto ganar tráfico de pasajeros. Desde Incargo señalan que en cuanto en Reino Unido se levanten las restricciones para viajar a España “seguiremos avanzando con el ferry desde Vigo”. Aunque el tráfico de carga resulta muy importante para hacer viable la línea marítima, en la compañía viguesa se destaca que la parte de viajes turísticos es un punto muy importante. “La realidad es que ahora mismo no es posible la conexión con Gran Bretaña”, señalan. El proyecto de Incargo se presentó en 2019 en Cork, donde logró el apoyo de su Autoridad Portuaria, clave para acceder a  las ayudas comunitarias que sustentarían su operatividad, como en la autopista del mar de Suardiaz. Cork es puerto nodal europeo, categoría que Vigo no alcanzó por decisión del Gobierno de Zapatero.

En febrero de 2020 hubo otro encuentro ya en Vigo con el puerto de Cork y la Xunta, de acuerdo en respaldar el ferry y que estuviera operativo el pasado verano. Eso fue unos días antes de que la pandemia se hiciera patente en España. La  travesía duraría desde Vigo entre 24 y 28 horas.  El billete se vendería a 350 euros (dos personas y turismo) y 800 a camiones. El buque podría llevar 150 pasajeros y 200 vehículos.

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