Alberto Núñez Feijóo se ha presentado de número 1 por la provincia, y por tanto por Vigo, donde está censado y ejerce el derecho al voto, en las cuatro ocasiones en que ha sido el candidato a la Presidencia de la Xunta y como él mismo ha comentado en varias ocasiones “Vigo nunca me ha fallado, y siempre me ha apoyado”.
Es cierto: en las tres elecciones autonómicas últimas, Núñez Feijóo ha sido el más votado en la mayor ciudad gallega, superando en ocasiones los resultados obtenidos por el PP en otros comicios.
De hecho, la última victoria de los populares en Vigo fue precisamente en 2016, también con Feijóo de número 1. Desde entonces, el PSOE ha sido siempre la primera fuerza en la ciudad, y ya van cuatro comicios consecutivos, alcanzando en las últimas municipales su mayor éxito al superar los 100.000 votos.
Pero sí, el PP no pierde en Vigo con Feijóo de candidato, aunque a cambio sus resultados son sensiblemente inferiores a la media de Galicia, como se puede constatar al escrutar los datos oficiales.
En 2009, la lista que encabezaba el hoy presidente gallego obtuvo en las urnas viguesas casi 67.000 papeletas. Tres años más tarde, perdería fuelle pero todavía lograría casi 50.000. En 2016, algo mejor, y fueron algo más de 51.000 los apoyos. Tres victorias claras.
Con referencia al PSOE, en 2009 obtuvo casi 17.000 votos más. En 2012 la diferencia se acortó a 14.000 y en 2016 se volvió a ampliar, hasta 18.000, aunque en esa ocasión el segundo puesto fue para la coalición En Marea, integrada por Podemos y Anova, entre otros, en su mejor momento electoral.
VOTO A LA IZQUIERDA
Así que hay una cierta estabilidad en cuanto al voto, pero también con respecto a la orientación de los sufragios: Vigo vota claramente a la izquierda de forma permanente y sólo en 2009 el Partido Popular estuvo cerca de derrotar a la suma de PSOE y BNG. En 2012, por ejemplo, PSOE, BNG y ACE (Izquierda Unida y Anova) alcanzaron casi el 54 por ciento del total. En 2016, todavía más, casi el 56 por ciento.
Echando un vistazo a los números de toda Galicia, la conclusión es que Feijóo se convierte siempre en la primera fuerza a nivel local -y los sondeos dicen que volverá a serlo, condición necesaria para mantener los 11 diputados en la provincia- pero con cifras menos brillantes que las que obtiene en Galicia, donde se acerca al 50 por ciento del total de los sufragios emitidos, lo que en términos políticos resulta un dato abrumador.
Por citas electorales, en la de 2009, la primera en la que era aspirante al Gobierno gallego, todavía desde la oposición, fue la vez que estuvo más cerca: logró Feijóo el 42 por ciento de los votos en vigo y se quedó cinco puntos por debajo de la media gallega, que llegó al 47 por ciento.
En 2012, "malos" resultados, siempre en términos relativos: mientras en Galicia Alberto Núñez Feijóo lograba el 45,8 por ciento de los sufragios, en Vigo obtenía más de 10 puntos menos, quedándose con el 34,2 por ciento.
Incluso algo peor le fueron las cosas en las últimas autonómicas, de 2016: aunque en Vigo subió una décima, hasta el 34,3 por ciento, la distancia fue incluso mayor con la media gallega, donde el Partido Popular se colocó en esta última cita en el 47,5 por ciento.
No obstante, siempre en Vigo ha tenido el presidente y candidato al cuarto mandato una amplia distancia sobre la segunda fuerza en liza. En 2016 fue con En Marea, con 41.000 papeletas y el 27,6 por ciento, que había superado al PSOE y al BNG, este último en pleno proceso de recuperación, y con resultados mucho más modestos. El PSOE llega esta vez con un candidato también vigués que se presenta por la ciudad donde vota.
El teatro de Castrelos, nuevo foro para mítines
El Concello de Vigo anunció ayer que había puesto a disposición e los partidos políticos el espacio cerrado -de pago cuando hay conciertos- en el teatro al aire libre de Castrelos para que puedan realizarse actos.
Según indicó el gobierno local en una nota, dadas las limitaciones de seguridad sanitarias impuestas por la crisis del Covid-19 y para facilitar la organización de eventos de cara a las elecciones autonómicas del 12 de julio, pone a disposición de los grupos políticos el espacio cerrado de Castrelos, que en principio tampoco se va a utilizar durante este año, tras anularse todos los conciertos.
Al parecer, la platea permitiría acoger hasta 1.000 personas, en sillas, siempre manteniendo la correspondiente distancia de seguridad.
El Concello de Vigo, indica en la misma comunicación a los medios, pretende así cooperar para que todas las fuerzas políticas puedan organizar actos con plenas garantías de salud, sin problemas y con el cumplimiento de las normas de la Xunta y el Gobierno. n
