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La familia de Déborah consigue un disco duro ‘clave’ en el caso

José y Rosa Fernández (centro) junto a los letrados de la familia Ramón e Ignacio Amoedo.
photo_camera Rosa Fernández, con los abogados, ayer.
18 años después de la muerte de la joven viguesa, sus abogados promoverán un nuevo informe pericial. Creen que la investigación hasta ahora está  "plagada de fallos y contradicciones" .

 La familia de Déborah Fernández, la joven desaparecida en abril de 2002 y cuyo cuerpo sin vida se encontró diez días después en O Rosal, consigue dar un nuevo paso en la investigación de este caso que 18 años después continúa manteniendo en vilo a la sociedad viguesa. La magistrada del Juzgado de Instrucción número 2 de Tui, quien lleva el caso tras su reapertura el pasado mes de noviembre de 2019, emitió ayer un auto en el que acepta que se entregue a los abogados de los Fernández-Cervera un disco duro que en 2006 la propia madre de Déborah, Rosa Neira, depositó en sede policial y que podría resultar crucial para el devenir del caso a menos de dos años de su prescripción.
El contenido de esta prueba, en manos de la Policía hasta ahora, habría sido volcado en su momento a un DVD y no se tuvo constancia de su existencia hasta que aparecía mencionado en un atestado policial, junto a otros dos entregados en 2019. Este disco duro contendría archivos que pondrían modificar el devenir más inmediato de la instrucción del caso tras su reapertura para practicar nuevas diligencias. 
Y es que paralelamente a la investigación judicial, la familia desarrolla la suya propia. Esta investigación está liderada por los abogados de la familia, los letrados Ramón e Ignacio Amoedo, que cuentan con la colaboración del experto en homicidios y muertes violentas, Óscar Tarruella. En una rueda de prensa celebrada ayer en el Hotel Ciudad de Vigo, la familia de Déborah y sus representantes legales expusieron todos los errores, omisiones y denegaciones de testimonios y pruebas solicitadas que se produjeron en los últimos 18 años. Errores desde los interrogatorios, pasando por los resultados de la autopsia o a la tardanza en realizar pruebas específicas, como el análisis del ordenador de la joven o un exhaustivo control sobre el registro de las llamadas entrantes y salientes del móvil de Déborah. 
Por ello, se promoverá la realización de un informe pericial criminal de parte para esclarecer la muerte de la joven y que contará con la participación de expertos, como uno de los informáticos forenses mejor valorados en España o el propio Tarruella. El experto en homicidios y muertes violentas avanzó que en la investigación que encabeza promoverá la exhumación y la toma de nuevas muestras del cadáver, una radiografía completa del cuerpo, una revisión de su dentadura y la petición de pruebas que fueron denegadas hasta el momento.

Una investigación plagada de “negligencias y contradicciones” 

 Ramón e Ignacio Amoedo relataron punto por punto las negligencias en la investigación policial llevada a cabo durante estos años como la pérdida de algunas pruebas practicadas o las contradicciones de testigos. En este sentido, los abogados de la familia Fernández-Cervera avanzaron que se tomarán acciones legales contra los funcionarios que incurrieron en “errores imperdonables” en la investigación del caso. Ramón Amoedo reconoció que si ocurriesen “uno o dos errores” por parte de “una o dos personas, se podría pensar que nos tocaron los más tontos”, pero no considera que este que sea el caso.
Los letrados manifestaron que aunque el caso prescriba, la investigación continuará porque la familia merece conocer qué ha ocurrido: “Son una lección de lucha y aguante”, destacó Ramón Amoedo.

Rosa Fernández: “No estamos locos, las cosas se hicieron mal”

La hermana de Déborah, Rosa Fernández, sostiene que recurrir a una investigación paralela a la policial fue “necesario ya que las herramientas que pone el Estado no fueron suficientes”.
Tanto Rosa como el resto de la familia estuvieron presentes en esta rueda de prensa en la que se expusieron nuevamente los fallos en la investigación del caso: “No estamos locos o luchando contra un imposible. Estamos mostrando una vez más que las cosas se hicieron muy mal en estos 18 años”, reconoció Rosa Fernández.
Cara visible de la familia en la relación con los medios de comunicación, junto a su hermano José, no cesaron ni un minuto en recordar que tan sólo buscan justicia para lo que lamentablemente le ocurrió a Déborah hace 18 años, celebrando que “tras esta convocatoria ya hubo movimientos”, señaló Rosa.

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