CRIMEN SIN RESOLVER

La familia de Déborah busca un testigo para reabrir el caso

La familia creó el blog en las redes sociales para dar impulso de nuevo a la causa, archivada.
photo_camera La familia creó el blog en las redes sociales para dar impulso de nuevo a la causa, archivada.

Los hermanos de la joven hallada muerta en 2002 piden colaboración de nuevo en las redes

En unas horas, casi 2.000 personas se han sumado a la petición de colaboración realizada por la familia de la joven viguesa Déborah Fernández, cuyo cadáver apareció en 2002 días después de desaparecer cuando salió a correr por Samil. En un nuevo intento para que la justicia reabra el caso, archivado desde hace años, la familia ha hecho un llamamiento para encontrar a un testigo que consideran clave  y poder reconstruir una de las partes, a su juicio más importantes de “la investigación y de la que menos información se tiene el sumario”.

Según el mensaje difundido en redes, “necesitamos localizar a algún trabajador en el 2002 del parking porto de Vigo, el que está justo enfrente del hotel Bahía. El propio sospechoso en sus ansias de justificación declaró que se le había estropeado una caja de langostinos pero el olor de su maletero era tan fuerte que a pesar de ser un parking robotizado al de seguridad le llamó la atención por el fuerte olor que desprendía. Quizás tú no conozcas a nadie pero sí alguno de tus contactos”.
La respuesta al llamamiento, realizado a última hora de la noche del miércoles, no se hizo esperar y  ya se ha compartido más de 1.800 veces, además de recibir  decenas de comentarios de apoyo a la familia que creó un blog ‘Justicia para Déborah’ para tratar de dar impulso al caso.
En 16 años, los familiares de la joven no se han rendido. Están convencidos de que Déborah fue objeto de un crimen y que hay un responsable libre. La detención del presunto asesino de Diana Quer fue el primer punto de inflexión para trata de volver a dar visibilidad a la causa, tras años en un cajón. Ahora, los allegados de la víctima quieren reconstruir uno de los sucesos más extraños que continúan sin resolver en la ciudad.
Déborah salió una tarde de su casa en Alcabre para hacer footing y desapareció en Samil. Unos diez días más tarde, su cuerpo apareció desnudo, en una cuneta en la carretera hacia O Rosal, cubierto de helechos y sin signos aparentes de violencia pero con pistas falsas. Murió por sofocación o asfixia.

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