"Espero que este año se reconozca que fueron unos juicios injustos"

Homenaje a los últimos condenados a muerte por el franquismo durante la tarde de ayer en Pereiró.
photo_camera Homenaje a los últimos condenados a muerte por el franquismo durante la tarde de ayer en Pereiró.
El homenaje a Baena y Sánchez Bravo en Vigo estuvo marcado por la esperanza de que se apruebe la Ley de Memoria Democrática

Vigo rindió un año más homenaje a los últimos condenados a muerte por el régimen franquista en 1975, dos de ellos nacidos en la ciudad. El recuerdo a Xosé Humberto Baena y José Luis Sánchez Bravo sigue vivo 46 años después, con un acto en Pereiró frente al panteón de la familia Baena, adornado con las banderas de Galicia y de la República. Este acto estuvo marcado por una esperanza: que 2022 sea el año en el que se celebre el primer acto de homenaje con una Ley de Memoria Democrática aprobada que reconozca la injusticia cometida en la condena a muerte de estos cinco jóvenes. 

 Así lo reconoció ayer Mariflor Baena, hermana de Xosé Humberto, al término del emotivo homenaje en Pereiró: “Espero que este año ya reconozcan que los juicios fueron injustos. Parece que antes de final de año se podrá aprobar la Ley de Memoria Democrática, casi no me lo creo”. El pasado mes de diciembre, la modificación del primer borrador del Anteproyecto de Ley de Memoria Democrática dio un impulso en la lucha de los familiares de los ejecutados al anular los juicios sumarísimos de 1975, tras la enmienda presentada por Amnistía Internacional. Supuso la respuesta a una campaña iniciada por Mariflor Baena hace veinte años para limpiar el expediente y la memoria de su hermano. Contó con el apoyo de la delegación viguesa de Amnistía Internacional que la asesoró en esta lucha. 

“Se sabe que lo que les pasó fue una injusticia, hasta el fiscal que estuvo en aquel juicio reconoció que todo era una farsa”, afirmó Mariflor, recordando que su hermano fue detenido y juzgado como “cabeza de turco” por un asesinato que no cometió. 

Entre los meses de agosto y septiembre de 1975 se celebraron los Consejos de Guerra que condenaron a muerte a once personas. Finalmente, seis fueron indultados. Xosé Humberto Baena fue ejecutado junto al también vigués José Luis Sánchez Bravo, Ramón García Sanz –ambos miembros del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota–, Juan Paredes Manot “Txiki” y Ángel Otaegui (miembros de ETA político-militar). Los cinco se convertirían en los últimos condenados a muerte del franquismo, unas víctimas del régimen que siguen estando muy presentes para la sociedad viguesa: “Me alegra ver cómo no hubo una sola vez en estos 46 años que no se reuniese gente en el homenaje en Pereiró. Es una satisfacción ver que se les recuerda, que están presentes como asesinados, no como unos asesinos”.

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