El cienasta Oliver Laxe visitó los Multicines Norte para presentar la obra premiada en el Festival de Cannes ante el público vigués
Con la sala abarrotada hasta la última fila y espectadores quedándose sin butaca, el estreno de “O que arde” en los Multicines Norte contó ayer con un invitado de lujo: el cineasta Oliver Laxe, autor de la obra premiada en el prestigioso Festival de Cannes. El autor indica que el mayor valor de esta película es “ser un espejo para el espectador, en el que se están viendo reflejadas, reconectando con la esencia, con el campo” y para Laxe este es el mejor galardón posible: “En esta película el espectador tiene un lugar, está respetado, dignificado. Eso para mí es lo más bonito, que es una película que cumple una función dentro de nuestra sociedad”.
El film pone el foco en el rural, su esencia y “lo pequeño que es el ser humano en la naturaleza”, un personaje más en la historia que cuenta Oliver Laxe en la gran pantalla. “Podría haber hecho una película más social y más política, pero escogimos el camino más complicado: hacer una película que es sobre todo poética. Hay algo político, está hecha desde la rabia que tengo de que el rural y sus valores desaparezcan, pero es una rabia estilizada, que intento purgar”, destaca el cineasta. Oliver Laxe indica que quiere huir de “confrontaciones y de buscar culpables” en esta obra que protagonizan una madre y un hijo que viven en una aldea abandonada de Os Ancares.
El público vigués no quiso perderse esta cita con el cineasta, quien reconoce que “lo que me está pasando con el público es el mayor regalo, sobre todo hablando de algo que a veces parece incómodo: la tradición rural de Galicia”. n
El film pone el foco en el rural, su esencia y “lo pequeño que es el ser humano en la naturaleza”, un personaje más en la historia que cuenta Oliver Laxe en la gran pantalla. “Podría haber hecho una película más social y más política, pero escogimos el camino más complicado: hacer una película que es sobre todo poética. Hay algo político, está hecha desde la rabia que tengo de que el rural y sus valores desaparezcan, pero es una rabia estilizada, que intento purgar”, destaca el cineasta. Oliver Laxe indica que quiere huir de “confrontaciones y de buscar culpables” en esta obra que protagonizan una madre y un hijo que viven en una aldea abandonada de Os Ancares.
El público vigués no quiso perderse esta cita con el cineasta, quien reconoce que “lo que me está pasando con el público es el mayor regalo, sobre todo hablando de algo que a veces parece incómodo: la tradición rural de Galicia”. n
