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La Escuela de Niños, motor de progreso

Ejercicio del concurso para proveer la plaza de maestro de la Escuela de Niños (Arquivo Municipal de Vigo).
photo_camera Ejercicio del concurso para proveer la plaza de maestro de la Escuela de Niños (Arquivo Municipal de Vigo).
La Obra Pía de la Escuela de Niños de Vigo, fundada por el indiano Domingo Antonio Martínez a mediados del siglo XVIII, permitió la alfabetización y formación profesional de cientos de jóvenes vigueses. Una contribución decisiva al despegue económico de la ciudad
Señores del Ilustre Ayuntamiento de Vigo: llegó el caso de dar disposiciones para poner en práctica parte de mis deseos, y son por ahora que se mejoren ciertos establecimientos públicos de esta villa [...] con el espíritu que me anima de proporcionar a mis paisanos la mejor instrucción en su juventud, [dotando una escuela] que debe admitir a su enseñanza a todos los jóvenes bautizados en aquella Colegiata de Santa María, inclusive los que habitan desde la Calzada hasta el convento de San Francisco extramuros de esta villa, sin distinción [de ricos o de pobres]”.
Mediante esta carta dirigida al Ayuntamiento de Vigo Genaro Garza Quiroga, natural de Vigo pero residente en la mexicana Veracruz, cedía parte de su abultado capital al consistorio para la mejora y modernización del colegio gratuito que ya por entonces existía en la ciudad olívica. Corría el año 1802.
La institución de Obras Pías fue especialmente común entre las clases adineradas de los siglos XVI a XIX consistiendo, de forma análoga a las actuales fundaciones, en la donación de recursos para la creación de un organismo con fines concretos. Los objetivos de las Obras Pías solían ser bien devocionales o bien caritativos, siendo especialmente comunes la consignación de misas en honor del fundador, la dotación de huérfanas para su matrimonio o ingreso en un convento y también la creación de escuelas y hospitales para pobres.
Este es el caso de la Obra Pía de la Escuela de Niños, cuyo fondo documental se encuentra depositado en el Arquivo Municipal de Vigo. La fecha concreta de la fundación es desconocida, si bien sabemos que en 1750 Domingo Antonio Martínez, también residente en Veracruz, donaba una cierta cantidad de dinero al consistorio para el establecimiento de una escuela de primeras letras. Aunque existían más escuelas en la ciudad, ésta era la única gratuita, ejerciendo el Ayuntamiento de Vigo como patrono de la misma y encargándose de su administración. En ella los niños aprendían lectura y escritura, así como los rudimentos de las operaciones matemáticas. En 1789 el Ayuntamiento formalizaba además un contrato con el convento de San Francisco para la contratación de dos profesores de filosofía y gramática latina a cambio de 500 reales anuales. Nacía así el Estudio de Gramática, que podría homologarse con la actual enseñanza secundaria.
La situación económica de la Obra Pía de la Escuela de Niños fue siempre precaria. Los alumnos no estaban obligados a abonar una cuota, por lo que el pago de los alquileres, mantenimiento y salarios debía salir de las donaciones realizadas por los indianos o de los exiguos fondos municipales. Tanto la Escuela de Niños como el Estudio de Gramática subsistían en inmuebles de alquiler, a veces sin equipamientos tan básicos como ventanas o aseos. Así en 1834 las primeras letras se enseñaban en la casa de la plaza de la Piedra número 10, mientras que la formación secundaria se efectuaba en un piso en la calle de San Francisco número 23, junto al convento. 
Entre los documentos que se conservan en el Arquivo Municipal de Vigo, actualmente en proceso de reorganización, podemos encontrar cuentas, relaciones de alumnos con sus calificaciones, correspondencia o expedientes administrativos que nos permiten conocer con detalle el día a día de una Obra Pía que sin duda tuvo un papel clave en el progreso de la ciudad olívica.
Con la caída del Antiguo Régimen y la desamortización tras la muerte de Fernando VII en 1833, los patronos de las Obras Pías se hacen cargo de los bienes de forma directa. En estos años de profundos cambios sociales y económicos el Ayuntamiento crea el Colegio de Humanidades, donde se imparten materias como dibujo, náutica, inglés o francés. Pero eso es otra historia. n

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