El Gobierno tiene un plan. Y no es otro que cobrar por el uso de las autovías y demás carreteras a partir de 2024, pese al rechazo unánime de los sectores más implicados. Tras varias especulaciones que hacían pensar que el coste por kilómetro oscilaría entre los 4 y 6 céntimos, las últimas informaciones parecen indicar que lo que estudia verdaderamente el Ejecutivo de Pedro Sánchez es implantar peajes de un céntimo por kilómetro.
Por lo tanto, de cumplirse esta medida, los vigueses, además de desembolsar por el uso de la AP-9, también tendrán que pagar por desplazarse por autovías como la A-52 o A-55 hasta localidades tan próximas a la ciudad con las que existe un fuerte intercambio laboral como Porriño u Ourense. Por supuesto, también a otros puntos de Galicia y España, como Madrid.
Por ir y venir de Ourense: 1,80 euros
Con el peaje de un céntimo el kilómetro, viajar de Vigo a Ourense costaría unos 90 céntimos (1,80 euros si el trayecto es de ida y vuelta). Acudir a Porriño a trabajar saldría por unos 14 céntimos el desplazamiento. Es decir, que si un empleado hace ese trayecto dos veces por jornada durante 22 días laborales al mes, la cantidad que tendría que sumar al combustible es de algo más de 6 euros en concepto de peajes.
Aun así, la cartera sufriría más estos cambios en el caso de los viajes más largos, como, por ejemplo, a Madrid. Teniendo en cuenta que la distancia entre Vigo y la capital es de aproximadamente unos 600 kilómetros, la cuenta es sencilla: el coste se elevaría en torno a los 6 euros (12 si es ida y vuelta). Además, a esos 6 euros habría que añadirle el impuesto de la autopista de entrada a Madrid.
