¿Cómo asume a nivel personal esta responsabilidad?
Estoy muy agradecido a la Cofradía por haberlo propuesto y al alcalde por haberlo apoyado. Es un gran honor como vigués que se acuerden de uno, ya que me veo más pequeño de lo que me consideran con esta invitación a ser pregonero.
¿Cuál es su primer recuerdo relacionado con el Cristo?
Está relacionado con mis padres; mi madre era muy devota y mi padre, que fue concejal en Vigo después de la guerra, acudía a los actos del Cristo en representación institucional. Fui desde siempre a la procesión, pero ahora más que nunca, no faltó un año tras haber portado el estandarte.
Le tocó una edición inusual, sin procesión y con aforos limitados. ¿Cómo deben tomarlo los fieles?
Solo hubo dos ocasiones (en más de 200 años) en que no salió el Cristo, en 1934, con la procesión aún en marzo, por las condiciones meteorológicas y en 1936 por la guerra civil. Creo que esto hace más especial los actos religiosos y el propio pregón. Para Vigo es importante el Cristo, despierta mucha devoción. Es el momento de demostrar solidaridad.
¿Qué va a abordar en su pregón?
Creo que en estos momentos es de obligación alabar la profesión médica y a todos los sanitarios, porque fueron los que estuvieron en primera línea se batalla. Muchos sufrieron por ello el coronavirus. A mí me afectó a través de una hermana. La respuesta tiene que ser amor al prójimo, como nos transmite Cristo. No es algo solo católico, es sumamente humano. Pero además de representar a mi profesión, soy presidente de una empresa de transporte con 138 años. Comenzó en 1888 en Guixar, cuando pertenecía al concello de Lavadores, como refinería de petróleo y ahora nos dedicamos a transportarlo. Presido un consejo de administración donde están representados todos mis sobrinos, la quinta generación. Hablaré por tanto de los empresarios, que también están en primera línea con una responsabilidad tremenda para asegurar el empleo.
¿Tiene alguna petición especial al Cristo?
Le pediré apoyo para los empresarios, que nos eche una mano para mantener los trabajos, pero también pediré a los demás que nos amemos como lo hizo Jesús.
