Epicovigal vigila las variantes del coronavirus en tiempo real

El catedrático David Posada, con parte de su equipo de investigación en el Centro de Investigaciones Biomédicas.
photo_camera El catedrático David Posada, con parte de su equipo de investigación en el Centro de Investigaciones Biomédicas.

El consorcio liderado por el catedrático David Posada inició desde el principio de la pandemia la secuenciación genómica del virus para conocer su comportamiento

El proyecto Epicovigal, que lidera el catedrático de la Universidad de Vigo David Posada, ya se planteó en verano del año pasado estudiar el material genético del virus  para detectar las posibles variantes, mucho antes de que se conociesen las actuales mutaciones del coronavirus porque “es un proceso natural y se sabía que iba a pasar” y también lo hicieron mucho antes de que España se tomase en serio la necesidad de apostar por la secuenciación genómica del virus. El proyecto liderado por la UVigo pretendía saber cómo y cuándo se transmite el virus, en qué circunstancias y con qué medidas de salud pública, y cómo estaba circulando en Galicia, una información que consideraban valiosa para quienes se ocupan de tomar decisiones. “Un epidemiólogo tradicional pregunta a la gente si fue a un cumpleaños y con quién se reunió cuando da positivo. Nosotros interrogamos al virus”, explica David Posada que está al frente de un consorcio en el que participan los institutos de investigación sanitaria de Galicia, las tres universidades, los servicios de Microbiología de las siete áreas sanitarias, los tres centros de investigación singulares de la Xunta y el Centro de Supercomputación.

Para ellos, secuenciar el genoma del virus, con 30.000 letras, es sencillo comparado con el genoma humano, con 3.000 millones de letras. El grupo realizó un trabajo doble basándose en la secuenciación genómica del virus con muestras de los hospitales. Por un lado, estudiaron la genealogía del virus, para conocer sus ancestros y cómo fue su evolución. Una de las cuestiones que permite ver por ejemplo es cómo se comportó con las distintas restricciones. Por otro lado, ejercen una vigilancia de las mutaciones en el presente, una tarea que ya se venía haciendo desde el principio en países como Reino Unido. “Si no se hubiese secuenciado no sabríamos que hay variantes con distintas propiedades. Estos nos permite saber por qué en un sitio se transmite más rápido, ayudará a tomar decisiones más personalizadas, por ejemplo cuando sabemos que se trata de un brote de la variante india, y al mismo tiempo mostrará  si hay variantes que escapan a alguna vacuna y cómo se pueden rectificar esas vacunas para atacar mejor al virus”.

Preguntado por lo más sorprendente de este virus, recuerda que ya hubo otras pandemias en la historia de la humanidad y que hay virus más complicados por su capacidad para mutar como el VIH ("menos mal que el VIH no se transmite por el aire porque ya no estaríamos hablando"). Apunta que quizá la rápida expansión de la variante británica  sí le sorprendió aunque también lo asocia a la relajación de medidas que hubo en Navidad porque “el virus se contagia en reuniones de la gente, no es tocando el botón de un ascensor”. 

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