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El entorno del Xeral, al límite a la espera de la Ciudad de la Justicia

Una de las floristerías junto al antiguo Xeral, en alquiler y con reformas para un posible nuevo uso.
photo_camera Una de las floristerías junto al antiguo Xeral, en alquiler y con reformas para un posible nuevo uso.
El cierre de locales en la céntrica zona viguesa se ha acelerado en los últimos meses por la crisis sanitaria. Los comerciantes se aferran al nuevo proyecto y buscan readaptarse 
 Cinco años después del cierre del Hospital Xeral, el entorno comercial de la zona sigue sin levantar cabeza, a la espera del despegue definitivo que aportará la Ciudad de la Justicia. El número de establecimientos que han bajado las verjas en estos años se ha agravado con la crisis sanitaria. Según explica la presidenta de la Asociación de Comerciantes del Entorno del Xeral, Rosa Vello, “esta situación ha llevado a varios negocios a tener que dejar la actividad. La pandemia ha empeorado la situación ”. De hecho, afirma que “son los negocios familiares o sin muchos trabajadores los que consiguen aguantar”. 
Las esperanzas están puestas en el futuro palacio judicial, “sin duda dará un impulso muy importante a la zona, pero de momento no hemos notado movimiento suponemos que es complicado pensar en nuevas reaperturas   con la situación de incertidumbre actual”.Lo que sí parece claro es el cambio en el tipo de negocio. “Una de las floristerías de toda la vida se trasladó al Cunqueiro y también se cerró un establecimiento de regalos”, explica la presidenta de los comerciantes quien señala que ahora “seguramente se busque  un uso diferente”. Se trata de negocios que estaban vinculados directamente con la actividad del hospital. 
“El centro sanitario hacía que hubiera demanda tanto de día como de noche, ahora con las obras y las restricciones por la tarde apenas hay actividad”, sostiene María Pérez, vicepresidenta de la asociación. Ella lleva 28 años al frente de un kiosco que ha readaptado. Lamenta que “en todo este tiempo apenas haya cambiado nada el entorno, hay un importante abandono en una zona que es la entrada principal de la ciudad”. Rosa, que regenta un bar y  es vecina desde hace 34 años, coincide  con su compañera “estamos abandonados”.

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