IREA GONZÁLEZ LAGO Enfermera del Meixoeiro, premio a la innovación

“La enfermería debería tener un papel activo para detectar casos de violencia de género”

Irea González recibió un premio en una jornada gallega.
photo_camera Irea González recibió un premio en una jornada gallega.

 Irea González afirma que la Enfermería debe tener un “papel fundamental” en la detección precoz del estrés postraumático que sufren las mujeres víctimas de la violencia de género para evitar que se cronifique.

Se sabe que el 35% de las mujeres de todo el mundo ha sufrido violencia física, psicológica o sexual a manos de sus parejas u otros hombres. La investigadora propone medidas como un screening rutinario y mejorar la formación en materia de género entre estas profesionales. Esto afirma en el trabajo de fin de grado que realizó en la Escuela de Enfermería del Meixoeiro. Ahora está trabajando en Italia donde continuará con esta investigación. Su trabajo fue premiado en fecha reciente por su innovación en una Jornada gallega de Investigación en Enfermería organizada por la Universidad de Vigo. La enfermera seleccionó 70 investigaciones y finalmente se centró en 25 que abordaban el estrés postraumático relacionado con la violencia de género.

¿Por qué eligió este tema para el trabajo de fin de grado?
Es un tema muy candente y vi que había una falta de formación en materia de género en el ámbito de la enfermería. Empecé a investigar sobre eso y encontré que uno de los problemas de salud mental que ocurre tras una situación de maltrato es el estrés postraumático, pero en el DSM-5 (manual de los trastornos mentales) no está recogida la violencia de género  como una de las causas cuando hay estudios que lo demuestran.

¿Qué es estrés postraumático?
Es una respuesta natural y fisiológica del cuerpo ante una situación estresante, un trauma, en la que las demandas superan a los recursos que tenemos para afrontarlo. Cuando esto se prolonga en el tiempo y el cuerpo y la mente no tienen tiempo para reposar se produce el estrés postraumático, como puede ser por un atentado, una violación o una catástrofe natural por ejemplo, pero en una situación de maltrato la reacción es un poco diferente porque el agresor es una persona que conoces y con la que tienes un vínculo afectivo.

¿Cómo se manifiesta?
En mujeres víctimas de malos tratos se produce un síntoma de intrusión, que es la rememoración o reexperimentación del suceso del trauma, las palizas, situaciones de abuso y recuerdos relacionados con eso. Luego hay un síntoma de evitación de personas, lugares o cosas que lo relacionen con el agresor o el maltrato. Otro síntoma es la hiperactivación, las mujeres viven en un estado de constante alerta en el que estímulos que parecen neutros tienen respuesta de sobresalto. También estados de ira, de frustración y problemas en el sueño de conciliación y de continuación.

¿Esas secuelas duran mucho?
Lo más sorprendente de la revisión que hice de los 25 artículos es que independientemente del tipo de maltrato, no importa si es solo o combinado, si es físico, psicológico o económico, el estrés postraumático tiene una alta prevalencia y  una cronicidad. Esto quiere decir que las actuaciones que se están llevando a cabo para tratarlo no están siendo efectivas.

¿Cómo puede detectarlo la Enfermería?
No hay mucha literatura sobre el diagnóstico y el tratamiento. En mis conclusiones digo que además de formar en materia de género a todo el personal sanitario hay que pasar de una actitud pasiva a una actitud activa. Se debería hacer un screening rutinario y perder el miedo a preguntar a las mujeres si están sufriendo o han sufrido maltrato en el pasado. Cuando sospechamos que le sucede a un menor no dudamos en llamar a las autoridades competentes, pero cuando se trata de una mujer no pasa lo mismo. Es distinto porque suelen ser mayores de edad y tienen capacidad para decidir, pero se ha visto que en el círculo de la violencia la mujer tiene mermadas sus capacidades y funcionalidades para tomar la decisión y para alejarse de esa situación.

Imagino que restar importancia a esta situación es reflejo de lo que ocurre en la sociedad.
Sí, de hecho la OMS reconoce que  es un problema que está infravalorado y hasta 1993 la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena no reconoce los derechos humanos  como derechos de las mujeres. Es un reflejo de la  situación social en la que vivimos, el cambio del ámbito privado al ámbito público de la violencia de género supuso cambios importantes a la hora de legislar y evidenciar el problema pero seguimos muy atrás a la hora de tratar las consecuencias de la violencia de género.

¿Cómo se puede prevenir desde los centros de salud?
Es cierto que la prevención más importante es la que se hace en los colegios en cuanto a educación. Falta educación en materia de género en todos los ámbitos, pero sobre todo desde pequeños. La forma más fácil de prevenir el maltrato es educar al matratador, no tratando después a la víctima y sus consecuencias. Implementando el screening y la prevención en centros de salud sería una medida eficaz para detectar los casos y evitar que los problemas se cronifiquen.
 

Te puede interesar