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“La Emao es una joya, me cambió la vida”

Antonina Kadyrova, en la EMao, durante la grabación del vídeo.
photo_camera Antonina Kadyrova, en la EMao, durante la grabación del vídeo.
Antonina Kadyrova se formó como artesana del cuero y ahora presume de escuela en un vídeo de presentación

Se van a cumplir quince años desde que Antonina Kadyrova llegó a Vigo. Con facilidad para los idiomas, se sacó la ESO y en 2014 llegó a la escuela municipal de Artes e Oficios. “La Emao es una joya y la gran desconocida de la ciudad, veo a mucha gente que se para delante del edificio sin saber qué hay dentro; a mí me cambió la vida, fue y sigue siendo uno de mis pilares; se entra para aprender un oficio del que se puede trabajar; creo que la gente no lo valora porque es gratuito”.

Kadyrova acabó en 2017, pero sigue estando muy vinculada a la Emao. Ahora presume de escuela en un vídeo de presentación “¡Qué hermoso es este mundo!”, grabado en el histórico edificio de Michel Pacewicz. “La Unión de organizaciones de compatriotas rusos de España y Andorra convocaron un festival online de artes y oficios, para participar piden un pequeño vídeo y pensé que era el sitio más adecuado, porque mi taller está en casa y es pequeño; yo sigo yendo por allí y mantengo la relación con los profesores, sobre todo con mi maestro, Pepe Pereira”. El blog de la biblioteca Emao ya tiene colgado desde ayer este pequeño homenaje.

 

 

Lo cierto es que Kadyrova acabó en artesanía del cuero de casualidad. “Yo soy modista de profesión, una amiga de las clases de arte y me apunté; pero me llamaron para decirme que no había plazas libres y me propusieron cuero”.

Sin habérselo propuesto se inició en un mundo que le fascinó: “Me llama la atención todo lo hecho a mano, en artesanía no hay dos piezas iguales, pero el primer contacto con el cuero me quedó marcado, me gustó, me pareció muy agradable al tacto y tan maleable, es un material con muchas posibilidades, me enamoré”. Allí aprendió un oficio que continúa ejerciéndolo y perfecciónandolo: “La gente se ha olvidado de lo que es la calidad; sigo haciendo todo a mano, no tengo ni máquina de coser, no me imagino haciéndolo de otra manera”, afirma.

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