Hacía años que los carburantes no estaban tan baratos. Tampoco se recuerda una estampa como la actual con las gasolineras tan vacías. El confinamiento y las severas medidas de movilidad impuestas por el Gobierno a causa del coronavirus están detrás de esta fuerte caída de la demanda de combustibles, que deja los precios en mínimos.
De las 24 estaciones de servicio registradas en Vigo, 21 de ellas vendían ayer el litro de diésel a 1 euro, mientras que dos lo servían por debajo -a 0,98 y 0,99 céntimos- y solo una rebasaba esta cifra situando el gasóleo a 1,10 euros, según datos de Geoportal, el portal de hidrocarburos del Ministerio para la Transición Ecológica.
En el caso de la gasolina, cotizaba ayer de media en la ciudad a 1,15 euros, mientras que hace sólo un mes costaba 1,35 y el diésel que hoy está a 1 euro costaba a mediados de febrero 1,25 de media.
La Federación Gallega de Estaciones de Servicio estima que la caída de la demanda ronda entre el 70 y el 80 por ciento, "una bajada de ventas sin precedentes", indica la patronal Fegaes. La federación está formada por más de 300 gasolineras en la comunidad gallega que soportan una severa caída de ingresos mientras mantienen su actividad al ser considerado un servicio esencial.
De las 24 estaciones de servicio registradas en Vigo, 21 de ellas vendían ayer el litro de diésel a 1 euro, mientras que dos lo servían por debajo -a 0,98 y 0,99 céntimos- y solo una rebasaba esta cifra situando el gasóleo a 1,10 euros, según datos de Geoportal, el portal de hidrocarburos del Ministerio para la Transición Ecológica.
En el caso de la gasolina, cotizaba ayer de media en la ciudad a 1,15 euros, mientras que hace sólo un mes costaba 1,35 y el diésel que hoy está a 1 euro costaba a mediados de febrero 1,25 de media.
La Federación Gallega de Estaciones de Servicio estima que la caída de la demanda ronda entre el 70 y el 80 por ciento, "una bajada de ventas sin precedentes", indica la patronal Fegaes. La federación está formada por más de 300 gasolineras en la comunidad gallega que soportan una severa caída de ingresos mientras mantienen su actividad al ser considerado un servicio esencial.
