Diana Morant Ripoll. Ministra de Ciencia e Innovación

Diana Morant: “Vamos a invertir cinco millones en Vigo al reforzar la estructura del IEO”

La ministra de Ciencia, Diana Morant, frente al muelle pesquero de O Berbés. // Vicente Alonso
photo_camera La ministra de Ciencia, Diana Morant, frente al muelle pesquero de O Berbés. // Vicente Alonso

Diana Morant Ripoll (Gandía, 1980) es ministra de Ciencia e Innovación desde julio de 2021, cuando sucedió al astronauta Pedro Duque en el cargo. Ingeniera de telecomunicaciones con pasado político municipalista en la alcaldía de Gandía, visitó recientemente Vigo para inaugurar la Mesa de la Ciencia Pesquera.

 ¿Qué aporta esta Mesa de la Ciencia Pesquera al sector y a la innovación?

Es un proyecto piloto en nuestro país que pretende que la ciencia sea la base de la toma de decisiones públicas y políticas en favor de un sector como el de la pesca, y luego nos gustaría replicarlo en otros. El ministro Planas y yo coincidimos en que valía la pena que la primera experiencia fuera en la pesca porque ya hay un historial de trabajo conjunto, de cómo los resultados científicos han avalado en muchas ocasiones reivindicaciones del sector pesquero, por ejemplo de cara a obtener medidas ante la Comisión Europea en favor de la flota. Frente a aquellos que niegan la ciencia y piensan que es un obstáculo para el progreso económico y social, nosotros defendemos que de mano de los sectores productivos podrán transformarse y tendremos ese beneficio mutuo para la sociedad.

¿Cómo fue la colaboración con la ciencia para presentar el recurso europeo al veto a la pesca de fondo?

Hemos apoyado este recurso a la Comisión Europea porque se interpretó que este reglamento no era justo con nuestro país y además así lo ve también el sector científico. Muchas veces la Comisión Europea establece una serie de resoluciones de cara a los países, podríamos decir que por desconocimiento, porque no tiene suficiente base científica. Lo que estamos haciendo es rebatir esa falta de conocimiento con la ciencia. De nuevo nos hemos puesto como instrumento a disposición de la sociedad, en este caso de la pesca, a través de nuestros organismos de investigación públicos, muy destacablemente el Instituto Español de Oceanografía.

¿Los datos científicos ayudan a encontrar el término medio entre sostenibilidad medioambiental y económica?

Si depredamos el medio natural del que nos alimentamos puede llegar el día en que no tengamos nada que pescar y eso el sector lo sabe. Por tanto, el rigor científico nos va a ayudar a respetar el medioambiente, porque así vamos también a cubrir otros objetivos de desarrollo sostenible igualmente importantes como acabar con el hambre y, en consecuencia, hacer sostenible que podamos obtener del mar alimentos para nuestra ciudadanía. No es una riña, la sostenibilidad en todas sus miradas tiene que ser compatible.

¿Con la creación de esta Mesa dan por completada la descentralización del IEO?

Hay quienes han querido vincular una cosa con la otra, pero no está asociado, sí relacionado. La Ley de Pesca y Ciencia planteaba crear este organismo, que responde a un nuevo cambio normativo. Por otro lado, hay un compromiso del Gobierno de descentralizar y dar mayores oportunidades a los territorios. Pero lo cierto es que el IEO ya estaba descentralizado, lo que hemos hecho es reconocer lo que ya existe. El IEO es una red de centros en la que algunos de ellos concentran las capacidades en las áreas estratégicas. Cantabria tiene la jefatura de Pesquerías, Murcia la sede de Acuicultura y Vigo es la sede nacional de la flota oceanográfica. Estamos reforzando la estructura del IEO y esta red con la que se trabaja, en Vigo vamos a invertir 5 millones de euros y tenemos en marcha la construcción del  “Odón de Buen”, que va a ser el oceanográfico más importante que va a tener toda la flota y se va a hacer en unos astilleros de Vigo.

¿Qué plazos manejan para las nuevas instalaciones del Instituto de Investigaciones Marinas en Vigo?

Está en concurso de ideas y el CSIC me ha facilitado la información de que en las próximas semanas o días lo resolverán, con lo cual tenemos una previsión de inversión de 15 millones de euros.

Participó en la cumbre hispano-lusa de noviembre. ¿Cómo colaboran ambos países en ciencia?

Lo vemos cada día en la factura de la luz con la solución ibérica, ya que ambos países somos muy fuertes en energías renovables. No tenemos combustibles fósiles, pero tenemos otros recursos como litio y vamos a desarrollar juntos un centro ibérico de almacenamiento de energía. También vamos a lanzar la Constelación Atlántica, con ocho satélites españoles y otros ocho de Portugal que nos van a servir para la observación de la tierra y prevenir incendios, nos ayuda en la agricultura de precisión o en la observación de mares y océanos, o para seguridad y defensa. También compartimos un centro de investigación en Braga que es de los dos países, el Laboratorio Ibérico Internacional de Nanotecnología (INL) con el cual pretendemos dar un paso adelante con el proyecto europeo de los microchips porque como consecuencia de la pandemia y la guerra de Ucrania es muy importante que seamos autónomos estratégicamente.

Hace dos meses que entró en vigor la Ley de Ciencia. ¿Se notan ya sus efectos?

La Ley es un instrumento más de toda la batería que tiene desplegada el Gobierno desde que el presidente Sánchez entró en Moncloa. En los Presupuestos el personal científico es considerado esencial con lo que por cada 10 investigadores que se jubilan en nuestro país reponemos 12 y estamos volviendo a construir de manera expansiva un sistema que antes expulsaba al talento y ahora es capaz de recaptarlo. Además, ayudamos a nuestro personal científico a tener una carrera estable, en la Ley convertimos en indefinidos a la forma de contratar al personal científico. En Alemania el 70% de la inversión en I+D la hace la empresa privada y aquí estamos en el 50%, de forma que nosotros tenemos que crecer, pero la inversión privada tiene que crecer más. Estamos en cifras récord de empleo a día de hoy, del año 2020 al 2022 el sector que más ha crecido en nuestro país es el relacionado con la innovación y el tercero en afiliaciones es el de las actividades científicas. Así, uno de cada cuatro nuevos empleos son de ciencia e innovación. Esto es un cambio de paradigma brutal en nuestro país. Hemos pasado de la fuga de cerebros a reclutar científicos y darles oportunidades.

Antes de ser ministra fue alcaldesa de Gandía. ¿Cómo se innova desde lo local?

Yo soy una defensora absoluta del municipalismo. Como alcaldesa identifiqué que no teníamos personal especializado en innovación en las ciudades. Uno de los proyectos que he lanzado como ministra es poder incorporar este personal específico en las plantillas de los ayuntamientos. Todas las ciudades de la Red de Ciudades de la Ciencia e Innovación que pidieron el año pasado un agente de innovación lo tuvieron y ahora hemos vuelto a sacar otra convocatoria. Antes la red tenía un presupuesto de unos 150.000 euros y ahora de 3 millones para convertir a las ciudades en agentes de primer orden para la innovación.

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