Vigo vivió ayer una jornada prácticamente veraniega con cielo soleado y altas temperaturas, pero sin bañistas en sus playas. Domingo de playa, sin playa. Las restricciones derivadas de la crisis sanitaria no permiten por el momento que los vigueses puedan darse el primer chapuzón del año, ni siquiera tumbarse en la arena a tomar el sol. Arenales como el de Samil se convierten en zona de paseo o en el mejor lugar para reencontrarse con amigos y familiares con Cíes al fondo.
La llegada de visitantes a Samil comenzó desde primera hora de la mañana, cuando los termómetros comenzaban tímidamente a situarse en los 20 grados. Sonia y Nuria fueron de estas madrugadoras: “Ya estamos de retirada, pero vinimos temprano para poder tomar el aire después de toda la semana teletrabajando. Había que aprovechar para sentir la arena y hasta nos mojamos los pies”, reconocían.
En el horario de las familias, muchos vigueses que viven cerca del arenal disfrutaron de un agradable paseo con unas vistas privilegiadas, como el que realizaron Susi y Jorge, padres de la pequeña Valentina: “Había que moverse después de tantos días en casa y poder venir con la niña es un placer”, comentó Susi. De la misma forma Mónica, junto a sus hijos André y Martina, aprovechó la cercanía de Samil para estirar las piernas: “No somos muy optimistas en cuanto a disfrutar de la playa este verano, estamos mentalizados en que la normalidad vendrá después. Por lo menos ahora podremos dar paseos al vivir tan cerca, tenemos esa suerte”.
Durante toda la jornada, tanto en el paseo como sobre la arena, el entorno de Samil fue uno de los más visitados de la ciudad en un día “casi de verano”. Los vigueses fueron responsables y respetaron la prohibición del baño en la costa, a pesar de contar con “muchas ganas de poder disfrutar de nuevo”, como indicó Diego en compañía de su familia.
Ya durante la tarde, miles de personas invadieron Samil para despedir una nueva jornada con lleno en las terrazas abiertas del arenal y paseos al sol, a la espera de que con la evolución de la desescalada las autoridades competentes permitan el regreso a la playa con la sombrilla y la toalla.
Vigueses que aprovecharon el “día de playa” en Samil
“Normalmente hay mucha gente por el paseo, todos tenemos ganas de tomar el aire y mover el cuerpo después de tantos días”
“Se echa de menos poder darse el primer baño con este buen día, pero por lo menos nos mojamos los pies y pisamos la arena”
“Habrá que ir poco a poco y no sabemos si se podrá disfrutar de la playa en verano. es entendible no poder estar por ahora”
“Tenemos la suerte de vivir cerca y poder pasear a menudo. estamos mentalizados que la vuelta a la playa se hará esperar”
“El no poder estar tumbados en la arena vendrá bien a algunos para ponerse en forma, casi no se puede estar quieto”
