La calle Barcelona fue escenario de un nuevo robo con fuerza en un local comercial. Una mujer de 49 años de nacionalidad húngara y un hombre de 40 con nacionalidad española residentes en Vigo fueron detenidos por los agentes de la Policía Nacional tras ser interceptados mientras huían después de haber sustraído la recaudación del establecimiento.
Según fuentes policiales, los hechos tuvieron lugar en la madrugada de ayer, cuando un particular alertó de que una pareja había comenzado a manipular la cerradura de un establecimiento de la calle Barcelona. Tras desplazarse a la zona, los agentes localizaron a una pareja que coincidía con la descripción aportada dirigiéndose de un modo apresurado hacia Praza de España. Además, cuando se encontraba en la confluencia entre las calles Ramón Valle Inclán y Zaragoza, la mujer intentó esconder un objeto de gran tamaño en su bolso, mientras el hombre tapaba su mano izquierda.
En ese momento, los policías los interceptaron y procedieron a identificarlos. También comprobaron que el varón presentaba varios cortes en la mano y requisaron una gran cantidad de billetes y monedas del interior del bolso de la mujer. Mientras, otros policías observaron restos de sangre en los cristales de la puerta y el suelo del establecimiento donde había sido vista la pareja. Posteriormente, los funcionarios descubrieron que, minutos antes, el varón había forzado la verja metálica del local para fracturar el cristal exterior y entrar dentro, mientras la mujer realizaba tareas de vigilancia situándose en plena calle. A continuación, el hombre había abandonado el establecimiento y le entregó a su compañera el dinero sustraído, tras lo que ambos habían abandonado la zona. Según la Policía Nacional, el propietario del local en el que robaron recuperó su dinero, una cantidad que supera los 300 euros.
Finalmente, la pareja fue detenida por un por un delito de robo con fuerza en las cosas y fue trasladada a dependencias policiales para tomárseles declaración. De este modo, se comprobó que ambos contaban con 18 antecedentes, de los que varios se debían a hechos similares. Asimismo, todo lo actuado y estas personas fueron trasladados al Juzgado de Instrucción número 4, en funciones de guardia.
Este robo se suma al sucedido este mismo lunes en una cafetería ubicada en la misma calle. En este caso, fueron detenidos dos jóvenes de nacionalidad rumana –uno de ellos menor de edad–, quienes se habrían hecho con un botín que rondaría los 1.000 euros tras sustraer una caja registradora.
En ese momento, los policías los interceptaron y procedieron a identificarlos. También comprobaron que el varón presentaba varios cortes en la mano y requisaron una gran cantidad de billetes y monedas del interior del bolso de la mujer. Mientras, otros policías observaron restos de sangre en los cristales de la puerta y el suelo del establecimiento donde había sido vista la pareja. Posteriormente, los funcionarios descubrieron que, minutos antes, el varón había forzado la verja metálica del local para fracturar el cristal exterior y entrar dentro, mientras la mujer realizaba tareas de vigilancia situándose en plena calle. A continuación, el hombre había abandonado el establecimiento y le entregó a su compañera el dinero sustraído, tras lo que ambos habían abandonado la zona. Según la Policía Nacional, el propietario del local en el que robaron recuperó su dinero, una cantidad que supera los 300 euros.
Finalmente, la pareja fue detenida por un por un delito de robo con fuerza en las cosas y fue trasladada a dependencias policiales para tomárseles declaración. De este modo, se comprobó que ambos contaban con 18 antecedentes, de los que varios se debían a hechos similares. Asimismo, todo lo actuado y estas personas fueron trasladados al Juzgado de Instrucción número 4, en funciones de guardia.
Este robo se suma al sucedido este mismo lunes en una cafetería ubicada en la misma calle. En este caso, fueron detenidos dos jóvenes de nacionalidad rumana –uno de ellos menor de edad–, quienes se habrían hecho con un botín que rondaría los 1.000 euros tras sustraer una caja registradora.
