Un hombre fue detenido en la mañana del martes por efectivos de la Policía Local por un presunto delito de amenazas graves, primero contra los usuarios de un Vitrasa y después contra los agentes a los que llegó a mostrar una hoz y un martillo, además de un cuchillo de 12 centímetros de hoja.
Según informaron fuentes del 092, los hechos ocurrieron a mediodía del lunes, cuando la sala de comunicaciones de la Policía Local recibió un aviso por parte de un conductor de bus urbano, que informaba sobre un individuo que estaba a bordo del autocar, golpeando el mobiliarios interior y amenazando al resto de viajeros.
Los agentes se desplazaron hasta el lugar de los hechos, en la zona de O Calvario, y observaron cómo el sospechoso, al percatarse de la presencia policial, comenzó a aporrear la puerta del bus, exigiendo que le abriesen para apearse. Cuando llegó la patrulla, el hombre había conseguido salir del autocar, y se había dado a la fuga.
Los policías le siguieron a pie y comprobaron que saltaba un muro hacia una zona llena de maleza. Al verse perseguido por los agentes, el sospechoso siguió saltando varias tapias a través de las fincas, haciendo caso omiso de los agentes, que intentaban tranquilizarlo.
Finalmente, el hombre llegó a una finca en la que entró en un galpón. Allí se hizo con una hoz y un martillo, además del cuchillo de 12 centímetros, que utilizó para amenazar a los agentes, a los que profería insultos.
Tras contactar con la propietaria de la finca gracias a los vecinos que se arremolinaban junto a la propiedad, los agentes consiguieron las llaves para así acceder al interior y, mientras unos policías entraban por la puerta principal, otro franqueó el muro y, por detrás, pudo saltar sobre el sospechoso y reducirlo, despojándole de las herramientas con las que había plantado cara a los agentes, durante un episodio violento a plena luz del día.n
Los agentes se desplazaron hasta el lugar de los hechos, en la zona de O Calvario, y observaron cómo el sospechoso, al percatarse de la presencia policial, comenzó a aporrear la puerta del bus, exigiendo que le abriesen para apearse. Cuando llegó la patrulla, el hombre había conseguido salir del autocar, y se había dado a la fuga.
Los policías le siguieron a pie y comprobaron que saltaba un muro hacia una zona llena de maleza. Al verse perseguido por los agentes, el sospechoso siguió saltando varias tapias a través de las fincas, haciendo caso omiso de los agentes, que intentaban tranquilizarlo.
Finalmente, el hombre llegó a una finca en la que entró en un galpón. Allí se hizo con una hoz y un martillo, además del cuchillo de 12 centímetros, que utilizó para amenazar a los agentes, a los que profería insultos.
Tras contactar con la propietaria de la finca gracias a los vecinos que se arremolinaban junto a la propiedad, los agentes consiguieron las llaves para así acceder al interior y, mientras unos policías entraban por la puerta principal, otro franqueó el muro y, por detrás, pudo saltar sobre el sospechoso y reducirlo, despojándole de las herramientas con las que había plantado cara a los agentes, durante un episodio violento a plena luz del día.n
