Cicatrices del lifting, ceja asimétrica, cara cadavérica, nariz torcida, asimetrías derivas de la liposucción, diferencia de tamaño de mamas y colpaso valvular nasal son las secuelas por las que una vecina de Vilagarcía demandó ante un juzgado a un clínica viguesa. Consideraba que hubo una mala praxis en las intervenciones de cirugía estética a las que se sometió e iniciaba un procedimiento por un presunto delito de lesiones por imprudencia. El Juzgado de Instrucción 1 de Vilagarcía archivó la causa al considerar que no estaba debidamente justificada la perpetración del delito por lo que la afectada recurrió ante la Audiencia de Pontevedra.
La sala, en un reciente fallo, desestima las pretensiones de la demandante. Asegura, según el informe de los forenses que las asimetrías derivadas de la liposucción, las cicatrices en mamas y su diferencia de tamaño, son complicaciones que aparecen reflejadas en el consentimiento informado y que son compatibles con una buena praxis. En lo que se refiere al colapso valvular nasal, afirma que es una secuela que puede producirse en las rinoplastias adecuadamente realizadas; “la buena praxis reduce las posiblidades de aparición pero no las elimina”.
Ante las conclusiones del informe, la sala entiende que no cabe hablar de infracción del deber y refiere que la “ciencia médica no es una ciencia de exactitudes matemáticas y los conocimientos diagnósticos y de remedios están sometidos a cambios constantes determinados en gran medida por los avances científicos en la materia”. Recuerda que la imprudencia nace cuando el tratamiento médico incide en comportamientos descuidados.
