El estado de alarma derivado de la pandemia ha tenido un efecto inmediato en todos los procedimientos judiciales, entre ellos la ejecución de lanzamientos o desahucios en lo que va de año. Sin embargo, la realidad anterior a ese paréntesis obligado es que los desalojos han afectado en los últimos siete años a 2.587 familias del partido judicial de Vigo, que incluye además del municipio a Baiona, Nigrán y Gondomar. El dato lo aporta un estudio del Consejo General del Poder Judicial sobre la evolución de los lanzamientos ejecutados desde 2013 hasta 2019.
En ese balance se destaca que en casi el 80% de los casos en los que el juzgado tuvo que ejecutar una orden de desalojo fue por impago de alquiler mientras que el 19% lo fue por no hacer frente a la hipoteca y el resto por otros motivos que no se especifican.
La tendencia ratifica que son mínimos los desahucios de viviendas hipotecadas ocupadas, algo que las entidades bancarias tratan de evitar por la lentitud judicial en la ejecución, la dificultad para dar salida a esos bienes y la mala imagen que supone. De ahí, que de las 506 hipotecas con plazos sin abonar desde 2013 y a merced de los bancos, haya más como segundas viviendas que como pisos habituales.
La balanza se inclina hacia los arrendamientos con 1.986 lanzamientos ejecutados en siete años en el partido judicial, 264 sólo durante 2019.
El peor año en cifras fue 2014, con un total de 423 desahucios y donde las ejecuciones hipotecarias pasaron por primera vez el umbral del centenar (119), una cifra muy superior a las 39 de 208.
La situación actual comenzará a dejarse notar a partir de los registros del segundo semestre. El ejercicio anterior no fue especialmente bueno, con un incremento de los desahucios al llegar a los 337, frente a los 256 de 2018.
Las cláusulas suelo siguen rozando las 4.000
Las demandas de cláusula suelo también se redujeron en el periodo de pandemia, pero al finalizar el segundo trimestre quedaban en trámite, es decir aún pendientes 3.975, lo que supone una cifra muy cercana a las 4.171 con las que se iniciaba el año. El ‘tapón’ generado para dar salida a este tipo de reclamaciones mantiene al juzgado especializado, el bis y los refuerzos volcados en poder agilizar los pendientes y los ingresados, que fueron 288 en el segundo trimestre.
La cláusulas suelo y los pleitos hipotecarios siguen generando trabajo a un órgano que se puso en marcha hace ya tres años.
