Los cuidadores –mujeres en su mayoría– de niños con discapacidades en los colegios públicos, que forman parte del personal laboral de la Xunta, se sienten engañados tras los trasladados de la Consellería de Educación a la de Política Social para atender a personas mayores en residencias de la Tercera Edad, una labor para la que carecen de titulación. Además, aseguran que en el decreto publicado en el DOG del 31 de marzo se hablaba de que estos cambios se llevarían a cabo siguiendo unos criterios de voluntariedad y juventud, entre otros, pero que a la hora de la verdad no se están teniendo en cuenta.
"Nosotras no tenemos titulación de auxiliar de clínica, como pone en el escrito. Toda la gente que trabaja en Política Social tiene el título para poder trabajar con este tipo de personas, tanto en las residencias como en el CAMP (Centro de Atención a Minusválidos Psíquicos) de Chapela, mientras que nosotros no tenemos ninguna titulación. Nos están tratando como si la tuviésemos pero no es así", afirma Julia, una cuidadora viguesa que no ha sido reclutada para esta nueva labor, pero que conoce por sus compañeras los movimientos que está realizando la Xunta en este sentido.
"A la mayoría las están mandando a Patos (al centro de tiempo libre de Panxón, que está acogiendo a personas mayores de las residencias de Barreiro y Aldán), pero lo que más molesta es cómo están haciendo las cosas. Te llaman desde un teléfono privado, ni siquiera desde la Consellería o desde Santiago. Es un número fijo de Ourense y teléfonos móviles privados. El domingo llamaron a un montón de gente así", explica Julia, que recuerda que "el decreto publicado en el DOG del 31 de marzo habla de que se llamará a gente de otras consellerías si hace falta con el criterio de voluntariedad, pero eso no se está teniendo en cuenta. A las cuidadoras a las que están llamando no las tratan como voluntarias. Les dicen que si no van, que se atengan a las consecuencias, en plan amenazante".
"La Consellería de Educación se ha desentendido por completo de nosotros. Ha hecho trasvase de personal a Política Social y ellos no están haciendo nada. Los que llaman son de Política Social y Educación nos ha dejado con el culo al aire", añade esta cuidadora viguesa, que asegura que "no es que nos neguemos a ir, pero no estamos de acuerdo con las formas ni que se diga que tenemos una titulación que no tenemos".
De trabajar con niños a labores de auxiliar clínico
Los cuidadores señalan que la Xunta solamente les pide el graduado escolar o la ESO para desempeñar su trabajo, mientras que ahora tendrían que realizar laboras de auxiliar de clínica. "En los colegios lo que hacemos es atender a niños con discapacidades. Los ayudamos a comer y no hacemos labor educativa, sino más bien asistencial, pero son niños sanos, más allá de sus problemas de discapacidad. No son enfermos, como puede ser un anciano que tenga diferentes patologías. No están encamados", explica Julia, que considera que "el trabajo con las personas mayores exige otra preparación. Yo trabajé muchos años de camarera limpiadora en residencias, pero no estoy preparada para hacer, por ejemplo, cambios posturales y un montón de cosas que nosotros no hacemos con nuestros niños. A nosotros no nos exigen ningún título. Por eso hablamos de que nos den por lo menos un curso para adaptarnos".
Tampoco les ha gustado a los cuidadores ser los únicos que dependen de la Xunta que están siendo reclutados para esta labor. "Hay miles de funcionarios en sus casas sin trabajar, que tienen la misma cualificación que nosotras para esto, y no los llaman", indica Julia. n
