Vivir de alquiler en Vigo resulta cada vez más complicado. La demanda no deja de aumentar mientras que la oferta se reduce, pues se está cambiando el uso y las viviendas destinadas al alquiler tradicional están pasando a ser de uso turístico, que están al alza en la ciudad. Además, los precios se mantienen altos en un contexto de inflación en el que asumir este gasto se hace más difícil.
Así, muchos jóvenes ven frustrados sus intentos por emanciparse pese a las ayudas del Gobierno y la Xunta para incentivar la compra o alquiler de vivienda.“Para independizarme solo, mejor seguir en casa porque ahora mismo los precios son inasumibles. El alquiler subió muchísimo en Vigo desde la pandemia”, señala Denis, que está opositando y ha estado viendo los precios de los alquileres en Vigo con la intención de independizarse. Juan David vive con su madre, sus dos hermanos y su cuñada en un piso por el que pagan 800 euros, un coste que reconoce que es difícil de asumir al estar sin trabajo. Por su parte, Ananta, que está estudiando, comparte piso con dos personas y paga por su habitación 250 euros, gastos incluidos, un precio que considera ya bastante elevado. Reconoce que en un futuro estaría dispuesta a destinar un 60% de su sueldo a pagar el alquiler de un piso si viviera sola.
Esta situación se repite también en otras ciudades. Ana y María son universitarias y vivien en Vigo, pero llegaron a plantearse estudiar fuera. “Contemplamos la opción de irnos fuera a estudiar pero había que alquilar un piso y los precios están desorbitados. Cuando trabajemos y nos lo podamos permitir ya nos independizaremos”, confiesan.
