‘Cortafuegos’ para prevenir incidentes graves en las aulas de Vigo

El equipo de mediación del IES Valadares, con la profesora que lo coordina.
photo_camera El equipo de mediación del IES Valadares, con la profesora que lo coordina.
Aunque los institutos carecen de protocolos para evitar situaciones como la ocurrida en Jerez esta semana, se toman numerosas medidas preventivas para no llegar a ese punto

Lo ocurrido esta semana en un instituto de Jerez en el que un alumno de 14 años –víctima de acoso escolar– entró con un arma blanca al centro atacando a profesores y compañeros de clase causó preocupación en el sector educativo. Pero, a la vez, desde este llaman a la calma. “Una situación como esta es inevitable e impredecible”, apunta Patricia Mena, directora del IES Valadares (uno de los institutos con más alumnado de la ciudad), que añade que “al contrario que en Estados Unidos, aquí no podemos revisar las mochilas al alumnado, es privado". “Afortunadamente”, continúa, “no estamos en situación de llegar a esos extremos”.

La razón es que en los institutos cuentan con numerosos protocolos destinados a evitar y detectar este tipo de incidentes antes de que escalen a una tragedia como la ocurrida en Jerez. “Los protocolos contra el acoso escolar existen, pero lo que suele fallar –y probablemente así ocurrió en el instituto andaluz– es la comunicación”, detalla Mena. Por eso es vital que los compañeros avisen al centro o a las familias el mínimo indicio de acoso que detecten, ya que será competencia de los profesionales en pedagogía si dicho acoso existe o no. “Estamos precisamente ahora haciendo campaña entre alumnos y familias para que comuniquen estas cosas”, indica la directora.

El profesorado también es clave para prevenir y detectar situaciones de este tipo. Las guardias, tanto en el recreo como en horas lectivas, son un instrumento esencial. 

Pero precisamente en el IES Valadares están a la vanguardia con métodos más novedosos dedicados a mejorar la convivencia entre alumnos con el beneficio de así evitar dinámicas de acoso que puedan escalar sin que el equipo docente se dé cuenta. Se trata de la mediación, a través de la cual un grupo compuesto por unos 10 alumnos de todos los niveles se ofrece a mediar en cualquier conflicto que surja entre estudiantes. De este modo, no hay una figura de autoridad de por medio –aunque sí que hay un docente supervisando las actuaciones de los mediadores– y se solucionan los problemas entre iguales. 

Es uno más de los ‘cortafuegos’ que existen en los institutos para evitar incidentes graves.

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