La obsesión de Corina Porro por hacer oposición política a Abel Caballero utilizando el cargo institucional de delegada de la Xunta en Vigo le ha llevado a otro fracaso cuando lleva poco más de 100 días en su cargo, en los que atesora un escaso bagaje de gestión. Su pregonado programa de visitas guiadas para “conocer Vigo” ni siquiera se ha podido poner en marcha al no haber sabido gestionar las reservas para algunos de los pretendidos destinos.
La delegada, acompañada del conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, presentó el viernes la iniciativa, sustanciada en un folleto que aportaba como gran novedad visitar los miradores del Castro o A Guía, la calle del Príncipe, el puerto, los museos del Castro, Toralla o Quiñones de León, estos tres últimos de ámbito municipal, o el propio edificio de la Xunta. Aparte de estos espacios públicos de la ciudad, sorprendentemente el programa “Coñece Vigo” incluye visitas a una empresa privada ubicada en el Concello de Redondela.
Las pretendidas visitas montadas por Corina Porro a los yacimientos arqueológicos del Castro y la Finca Mirambell en Toralla no han podido iniciarse al no lograr entradas de los responsables municipales, ya que pretendía reservar todo el aforo saltándose las normas habituales de acceso a los mismos y prescindir de los arqueólogos del Concello que prestan servicio de forma gratuita en ambas instalaciones a todos los vigueses. Esta actitud provocó una reacción del gobierno municipal que acusó a Porro de “reírse de la ciudad e intentar bloquear el acceso a los yacimientos durante dos meses para promover una campaña política” mientras la delegada hablaba de “obstrucción” del alcalde.
Ambos enclaves, con los restos del pasado castrexo y romano de Vigo, recuperados con fondos municipales y no de la Xunta, son visitables y gratuitos para todos los vigueses sin necesidad de programa alguno, al igual que la mayoría de los incluidos en esta iniciativa de la delegada de la Xunta, que vende como sorprendente novedad visitar el Castro, Toralla o las calles del centro, actividades habituales que ya realizan los vigueses sin necesidad de la tutoría de ningún político. Sorprende también, y más teniendo en cuenta que Porro fue durante diez años presidenta del Consello Económico y Social de Galicia, que la única empresa que incluya en un programa para “conocer Vigo”, donde radican miles de sociedades de indudable interés para los vigueses y potencial, esté ubicada en Redondela.
Sorprendente resulta también que entre el amplio abanico de competencias, atribuciones y tareas pendientes que tiene en Vigo, Porro se centre en organizar visitas turísticas en Vigo para los vigueses, montar una exposición de camelias o traer un Belén de Santiago para mal “competir” con la Navidad “top” de Caballero y el Concello. Resulta chocante que invite a conocer las instalaciones de la delegación de la Xunta sin percatarse de que los ciudadanos por desgracia ya la conocen y la sufren cada día en las colas para intentar un registro o solicitar una ayuda en la interminable espera de la dependencia o la vivienda. Sin embargo, la obsesión de Porro es únicamente la foto de turno para hacer oposición política al gobierno municipal mezclando su cargo institucional y el de presidenta a dedo de la gestora del PP. n
