“O Castro es un espacio urbano muy accesible y vivo, su interés no radica solo en bienes fosilizados, es una unidad donde se puede compatibilizar el patrimonio cultural, patrimonial y humano, por lo que es muy importante un Plan Director que regule todos los intereses para no generar conflictos”. Así, la viguesa Rebeca Blanco-Rotea, coordinadora de la sección de Patrimonio e Bens Culturais del Consello da Cultura Galega, aplicó los puntos que recoge en la Guía Práctica de Patrimonio, una hoja de ruta destinada a las administraciones, desde las municipales a la Xunta, a la que también propone la elaboración de un Plan Autonómico Patrimonial.
Para Blanco-Rotea, Vigo es un lugar “privilegiado con respecto a valores patrimoniales”, pero señala que tiene pendiente una regulación que los proteja. Afirma que en el caso de O Castro resultaría lógico hacer partícipe a la ciudadanía en la elaboración del Plan, ya que en el parque también hay una zona residencial. “Sería pionera en Galicia al incluir a los vecinos, además de cumplir con lo que pide Europa”.
Analizando lo hecho hasta ahora, suspende la última intervención en el poblado castreño de 2009. “No se aplicó bien la normativa, fue poco gestionado, estuvo limitado por la crisis económica”. Salva la excavación y las reconstrucciones de los tres tipos de viviendas, pero los considera insuficiente. “Antes no había herramientas, ni ordenanza europea que aplicar, tendrían que haber cuestionado a los vigueses que querían hacer y atajar problemas como el botellón; se recuperaron elementos y eso está muy bien, pero no tiene la repercusión que podría tener". Asimismo indica que la parte estudiada es mínima y con datos de los años 70. “Se requiere intervenciones en otras zonas porque la imagen que tenemos es muy parcial”.
Pero además, afirma que el Plan Director tiene que combinar los otros valores del parque y abordarlos como una unidad. Desde la fortificación del siglo XVII, que corona el monte o piezas como las anclas de los galeones de Rande, que lucen en uno de sus jardines. El lugar es uno de los puntos clave en las rutas de las visitas comentadas diseñadas por los guías turísticos. “Es fundamental recuperar la memoria del lugar e involucrar a los vigueses”. La valoración de Blanco-Rotea le da la razón a la iniciativa de Ecoloxistas en Acción que fijándose en este caso en el patrimonio natural de O Castro elaboraron y ofrecieron al Concello un mapa arbóreo del parque, que está disponible en su web. En él se recogen cerca de 300 ejemplares con su nombre y su situación. Con esta medida intenta poner en valor a los árboles del que consideran “el parque más urbano de la ciudad”. La ONG criticó al gobierno local por realizar muchas talas “basadas en criterios arbitrarios y obedeciendo más a cuestiones personales y estéticas”.
Precisamente hace en marzo, identificaban el ejemplar de melaleuca, derribado por la borrasca Karim. Incluida en el catálogo de especies a conservar por los servicios municipales, se procedió a su recuperación.
