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El conductor que atropelló al mago Blass: “Intenté evitarlo”

El mago Blass a la izquierda y el acusado de su atropello a la derecha, ayer en los juzgados
photo_camera El mago Blass a la izquierda y el acusado de su atropello a la derecha, ayer en los juzgados
El acusado, que dio positivo en alcohol, dice que “cruzaba fuera de paso, hice todo lo que pude”

El vigués que en la madrugada del 3 de diciembre de 2017 iba al volante del BMW que atropelló al mago Jorge Blass en García Barbón, se sentó ayer en el banquillo. Está acusado de lesiones imprudentes por un presunto delito contra la seguridad del tráfico y se enfrenta a una pena de multa de 2.700 euros, tres años sin conducir y al pago de una indemnización al ilusionista de 50.000 euros por los daños y secuelas.
Durante la vista, celebrada en el Juzgado de lo Penal 1 de Vigo, el conductor, RC.V.V., quien tras el siniestro dio positivo en alcohol, aseguró que aquel día había ido de cena con unos compañeros de trabajo y que había bebido dos copas de vino y un chupito de vodka. “Conducía por García Barbón hacia República Argentina. Acababa de parar en el semáforo por lo que circulaba muy despacio a unos 20 kilómetros por hora. Giré y había mucha gente en la acera pero nadie en el paso de peatones. Vi a una persona corriendo detrás, cruzando fuera, pegué un pequeño volantazo, intenté hacer todo lo que  estaba en mi mano, llegué a frenar”. Aseguró que fue todo muy rápido y que enseguida vio a una persona apoyada en la farola. “Creo que le golpeé con el retrovisor, no  fue mucho porque mi coche no tenía nada”. Afirmó que los acelerones los dio parados para saludar a un amigo y que no huyó sino que buscó donde dejar el coche y acudió a socorrerle.

‘Hay números que ya no puedo hacer por la movilidad de la mano’

 Jorge Blass se desplazó hasta Vigo para declarar como testigo en el juicio. Según afirmó, aquella noche, tras haber actuado en la ciudad, salía del hotel. “Si no cruzaba por el paso, lo hice justo al lado, en la línea. Escuché un chirrido de aceleración y un golpe seco. Me caí al suelo y sentí un dolor inmenso y quedé aturdido”. El mago aseguró que “recuerdo el golpe seco y que el coche no paró. Lo vi después y escuché al conductor que decía que llamaran a una ambulancia pero no a la Policía”. 
Relató en sala que debido a su fractura en el brazo, tuvo que ser operado y se le implantó una placa de metal para unir fragmentos de huesos que no le será retirada. Esta situación le resta movilidad en la mano, dijo,  e incidió en que “tengo una avería para toda la vida”. Así, no sólo tuvo que cancelar la temporada alta de espectáculos sino que ha tenido que cambiarlos ya que “hay trucos que no puedo hacer. Como prestidigitador,  mi mano derecha es el bien más preciado, para mover monedas, cartas...”. También aseguró que las cicatrices le suponen un perjuicio estético ya que “la imagen en mi profesión es muy importante”. El conductor fue condenado días después por otro incidente de tráfico.

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