El fallo, que todavía no es firme, mantiene el pago de una multa de 1.080 euros y un año sin poder conducir vehículos a motor o ciclomotores.
Los hechos, por los que ya había sido condenado en el juzgado de lo Penal 2, tuvieron lugar en mayo del año pasado. Sobre las 16,15 horas, el acusado conducía su moto BMW por la avenida de Samil a 107 kilómetros por hora, pese a estar limitada la vía a 40.
El conductor recurrió la sentencia condenatoria alegando que existió una vulneración del derecho a la presunción de inocencia, al considerar que el relato fáctico es incompleto e inexacto. Inexacto, señala, porque la velocidad de 107 kilómetros por hora “ni es la registrada a la motocicleta ni se ha constatado con ningún método de control de velocidad” sino que se corresponde con la velocidad de la furgoneta policial. Así, insiste en que el método de constatación de la misma fue el ojo de la agente de policía que iba de copiloto. Además, señala que no se describe en dicho relato ni el tramo concreto durante el cual el acusado presuntamente condujo a esa velocidad ni el número de kilómetros recorridos ni el tiempo que duró dicha conducta, así como el método de detección de la velocidad. Incide en que lo que duró la actividad presuntamente delictiva fueron doscientos metros y segundos de las pistas de automovilismo a la Playa de la Fuente, un dato relevante que debería constar, señala en el relato de los hechos probados ya que condiciona la aplicación del tipo penal.La Audiencia desestima los motivos al entender que el hecho de que el tramo recorrido fueran 200 metros y que durara segundos resulta irrelevante para la aplicación del tipo penal, que “únicamente requiere la constatación de la conducción superior en 60 kilómetros a la velocidad máxima autorizada”, algo que asegura aparece acreditado por la declaración de los agentes policiales que aseguraron que llegó a ponerse a 115-120 kilómetros explicando los dos que lo vieron el velocímetro. En consecuencia considera la declaración de los policías prueba de cargo.n
