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Condena al mayor timador de personas mayores en Vigo

Víctimas y familiares, ayer a la salida de los juzgados, donde finalmente no se celebró juicio.
photo_camera Víctimas y familiares, ayer a la salida de los juzgados, donde finalmente no se celebró juicio.

Manuel C.V., de 64 años, admitió una oleada de estafas con 9 víctimas y asumió 21 meses de cárcel. Alega que no le hace daño a nadie

A sus 64 años, este vecino del municipio coruñés de O Pino, se ha convertido en un timador profesional. Su historial se remonta casi veinte años atrás, cuando se tienen constancia de las primeras denuncias y detenciones por presuntas estafas cometidas como falso revisor del gas en distintos puntos de Galicia. En Vigo fue arrestado en varias ocasiones en los últimos años y juzgado al menos en tres por  realizar cobros falsos a personas de edad avanzada. 
Ayer, asumió una nueva condena, de 21 meses y un día de prisión, tras reconocer una oleada de estafas cometidas entre junio de 2015 y enero  de 2016, así como el pago de una indemnización de 770 euros a sus víctimas. En todos los casos, acudía a las viviendas en distintos puntos de la ciudad, y se hacía pasar por un trabajador de Hacienda que reclamaba una supuesta deuda pendiente por el catastro de entre 200 y 250 euros. En dichas viviendas residían personas de edad avanzada, la mayoría octogenarias. Ayer, desde prisión, y por vídeoconferencia admitía los hechos en la vista de conformidad celebrada en el Penal 2.
El fiscal solicitaba inicialmente  tres años y medio de cárcel porque al delito de estafa continuada le atribuía otro de revelación de secretos, al sustraer del buzón la correspondencia de sus víctimas. No obstante, ante la renuncia del perjudicado a nombre de quien estaba la carta hallada en su poder, se le condenó únicamente por la estafa con el agravante de reincidencia.
Tras su detención por estos hechos, hubo casi dos años de demora en el juicio ya que hubo un intento fallido de que fuera juzgado por la Audiencia. Ese tiempo no sirvió para enmendar su conducta, que él excusa alegando que no hace daño a nadie.

Las víctimas lo describen como un ‘gentleman’, “muy amable”

Los moradores de los nueve domicilios donde actuó el timador, ocho mujeres y un hombre, acudieron ayer a los juzgados. En cuatro casos, la desconfianza evitó consumar la estafa, mientras que en otros cuatro domicilios logró llevarse dinero y en uno, la hija de la víctima consiguió que cayera una trampa que derivó en su detención.
“Era un señor muy amable, vestía impecable, no exactamente de traje, pero con camisa, y llevaba un cuaderno”, relataba una vecina de la Plaza Elíptica. “Yo no suelo dejar entrar a nadie pero mi hermana le abrió y él comenzó a decir que si teníamos que realizar un pago atrasado de Hacienda. Además nos daba conversación y preguntaba si teníamos bienes”, relata. En esta ocasión, Manuel no pudo llevarse nada. “Como teníamos un amigo en Hacienda le dijimos que hablaríamos con él y entonces se fue”.
“Yo fui una tonta, pagué 200 euros”, se lamentaba otra perjudicada que afirmó haberse creído el “cuento”, “decía que si no tendría que pagar 600 euros”.
La última víctima facilitó su detención gracias a que ese día no tenía dinero en casa. “El hombre le comentó que tenía un cajero enfrente pero ella le emplazó al día siguiente”, relataba la hija. “Mi madre me llamó y esa misma tarde hablé con un abogado. También avisé a la Policía y al día siguiente cuando el estafador llegó a casa, le entretuve en el interfono lo suficiente para que lo arrestaran”.

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