La concesión, de la que deben 9.400 euros por canon y tasas, está vigente hasta diciembre
La concesión municipal para el Camaleón, un local en primera línea de playa, en el paseo de Samil, vence el 21 de diciembre de este año, después de estar 35 años en vigor, pero el gobierno local se adelantó al iniciar los trámites para la resolución del contrato. A partir de ahora se abre un plazo en el que la empresa tiene quince días para reclamar, pudiendo acudir a los tribunales si desea concluir el tiempo de concesión.
La licencia fue otorgada en 1984 a Isaac Floriano Penela para la construcción, gestión y explotación, que a su vez la vendió un año después los derechos a la sociedad Camaleón S.A. La empresa está en concurso de acreedores desde febrero de este año por una deuda de 185.000 euros, además cuenta con dos expediente por impago de canon concesionario de 2017 y 2018 y de tasas municipales de 2018 (IBI y impuesto a la basura industrial, EUI) por valor de 9.411 euros.
“Iniciamos este proceso para decidir que vamos a hacer con ese espacio”, anunció ayer el alcalde en declaraciones ante los medios. Si atiende a los precedentes, la cancelación de esta concesión puede resolverse de dos maneras: o con la demolición de la construcción para la recuperación del espacio natural o con la cesión de una nueva concesión a otro negocio de hostelería.
El Camaleón es el tercer contrato histórico que vence en el paseo de Samil. El primero fue el de As Dornas en 2008, el primer local a partir del área de recuperación de las dunas. Fue demolido y transformado en un espacio verde, aunque no se tradujo en el aumento del arenal. El segundo veterano de Samil en cerrar fue el Jonathan y su solución siguió un modelo totalmente diferente. Aunque la licencia tenía vigencia hasta 2016, el Concello recuperó la concesión tres años antes tras la muerte de su responsable, la mítica Karina Falagan. En esta ocasión se volvió a convocar un concurso para la construcción y explotación de un local de hostelería, que ganó Urogallo Capital hasta 2039; hace cuatro años se inauguró en la parcela el Marina Cíes Beach Club que con una transformación integral, con una estética ibicenca.
Un poco más retirado, aunque en el entorno de la playa, tuvo lugar otro derribo que modificará el perfil de la zona. El hotel Samil desapareció hace unos meses. En su lugar la empresa Attica 21 levantará otro complejo hotelero de menor altura y con una estética más acorde con la sensibilidad urbanística actual.
De los históricos solo queda el resturante heladería San Remo, con licencia de explotación vigente hasta 2025.
