VIGO

La Cofradía de Arcade se queda sin sus principales compradores

La actividad de la Cofradía de Arcade quedó reducida al mínimo tras el cierre de la restauración.
photo_camera La actividad de la Cofradía de Arcade quedó reducida al mínimo tras el cierre de la restauración.
Tiene 100 kilos de anguila en sus piscinas sin salida y los mariscadores piden ayuda urgente

n n n “Esto es la ruina total. No merece la pena ir a trabajar porque luego no tienes donde venderlo” aseguraba ayer profundamente preocupado el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Arcade, Gonzalo Reinoso. Uno de los grandes problemas del pósito es “que la mayor parte de nuestras capturas estaban destinadas a la restauración”, principalmente de la zona, famosa por sus cocineros y por los mejores locales para comer marisco y pescado. 
Los sectores más afectados por el cierre de la hostelería ha sido el de anguila, que se puede decir “que paró por completo”. También el marisqueo a pie y a flote ha sufrido las consecuencias y más de la mitad de los socios de la cofradía se encuentran “con que no están ingresando y tienen quehacer frente a los gastos de seguros, combustible o hipotecas. Es insostenible”.Esta semana ya se envió un escrito a la Consellería do Mar para “pedir el cese de actividad”. 
La respuesta es que deben solicitarlo a través de la Federación de Cofradías al ser una decisión que ahora está en manos del Gobierno central. Pero mientras llega la solución, los mariscadores y marineros de Arcade se encuentran “con un sector paralizado”. 
En el caso de la anguila, cuya producción estaba destinada por completo a la hostelería y de la que un 90% era enviado a Portugal, “la situación es dramática. Tenemos dos piscinas llenas con cien kilos de anguila y no podemos venderlas”. 
En total están afectados 32 barcos que ayer permanecían en su gran mayoría amarrados, aunque algunos salieron para cuidar de las piscinas e intentar suerte en alguna otra arte. 
En el caso del marisqueo, tanto a pie como a flote, la situación no es mucho mejor. Los precios “han caído en picado”, explica el nuevo patrón mayor. Gran parte de las capturas tenían como destino también la boyante hostelería de Arcade, ahora cerrada a cal y canto. El resultado ha sido que la almeja japónica pasó en cuestión de horas de 8 ó 10 euros –dependiendo del tamaño- a 4 y la babosa de 25 a 8 euros. “Está siendo terrorífico” asegura. 
El arte del trasmallo, con la captura de choco, robaliza y otras especies que se pueden vender en la lonja de Vigo son “un pequeño respiro para algunos, pero ni sabemos hasta cuándo estará abierta y tampoco da para todos”, asegura Gonzalo Reinoso, para quien uno de sus mayores temores es que “cuando analicen nuestra petición de cierre de actividad para poder acceder a las ayudas, digan que como las embarcaciones tienen varias artes, que si no hay en una, que nos dediquemos a la otra, cuando ya no lo hacemos porque no daba lo suficiente para mantener la actividad”.
Mientras llega una solución, que reconocen ve difícil, desde este sector vital para la economía de Arcade, y,  de todo el municipio de Soutomaior, lanzan un mensaje de socorro porque dice que “así no vamos a aguantar. Hacen falta ayudas para que la gente, que ahora no tiene ya ingresos, pueda hacer frente a los pagos y retomar la actividad cuando todo se normalice”. 

El problema añadido de no haber Festa da Ostra

 Los problemas para los mariscadores de la Cofradía de Arcade parecen multiplicarse. Al cierre de su principal cliente, como es la próspera y abundante hostelería tanto de la localidad como de toda la comarca, se sumó la suspensión de la Festa da Ostra, que debería haber tenido lugar en el mes de abril y que tuvo que posponerse como consecuencia de la alarma sanitaria. Este evento gastronómico estaba datado para el primer fin de semana del próximo mes e iba a contar con la presencia de la actriz Benedicta Sánchez, una de las grandes triunfadora en la última gala de los premios Goya del cine español, como la pregonera de la exaltación del bivalvo. La suspensión de la cita es para muchos "otro problema, ya que muchos encuentran en esta fiesta una forma de hacer algo más de dinero, que ahora tampoco ingresarán". Además, la fiesta contaba con una carpa de la propia Cofradía en la que se servían otro tipos de mariscos y preparaciones además de las consabidas protagonistas. Este problema, sumado al de la falta de compradores, hace que Reinoso crea que "es preciso accionar las ayudas ya".  

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