Una cita el primer domingo de agosto a la que nadie quiso faltar

Los fieles con velas llenaron ayer las calles del centro.
photo_camera Los fieles con velas llenaron ayer las calles del centro.
Con agradecimiento o con la esperanza en una ofrenda, los devotos al Cristo da Victoria cumplieron con la promesa

Con restricciones, con mascarilla y procurando evitar las concentraciones, los devotos del Cristo da Victoria se hicieron ayer a la calle para cumplir con una tradición, en muchos casos familiar. Con mucha emoción reconocían que supone un alivio poder ser fiel a la promesa hecha.

Muchos como José Manuel Fernández procesionaron descalzos. “Soy de venezuela y unos amigos me trajeron a la Concatedral, desde entonces, en 2019, hago el recorrido como penitente”.

En algunos casos, la precaución y el medio al virus hace que los mayores y los más vulnerables se queden en casa, mientras sus familiares cumplen con la promesa. Así,  Ángeles y César ayer dejaron en la Concatedral ocho candelas encendidas al Cristo. “Siempre hicimos la procesión en familia, yo formaba parte del grupo de Maruja Méndez que hacía la ofrenda de flores en la despedida, cuando pase todo esto volveremos”.

Aunque no la procesión oficial se canceló por la situación sanitaria, los puestos de velas y exvotos se instalaron por todo el recorrido, principalmente en la zona de A Pedra y a la entrada de la pasarela de A Laxe. Sus ventas fueron un buen indicativo de la afluencia de fieles. En los puestos consultados, el movimiento había sido bajo, aunque bastante más positivo que el año pasado, donde ni siquiera acudieron todos los vendedores.

PROMESAS Y OFRENDAS

“No dejamos de venir ni un solo año, le hice una promesa”

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Dolores y José Luis no quisieron faltar ni un solo año a su encuentro con el Cristo: “No dejamos de venir ningún año, le hice una promesa y cumplió, vendré toda la vida”. 

“Soy de Venezuela, vivo en Ponteareas y tengo fe al Cristo de Vigo”

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Desde que unos amigos lo llevaron a la Concatedral, José Manuel Fernández participa en la procesión. “Soy venezolano y vivo en Ponteareas, pero tengo mucha fe al Cristo de Vigo”. 

“Vinimos a la novena para no tener que esperar por la misa”

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Manoli y Ángeles, de Vigo, quedaron para hacer la procesión: “La hacemos desde hace más de cuarenta años, ya vinimos a la novena para no tener que esperar por la misa”. 

“Vengo siempre, no falté ni el año pasado”

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La alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo tampocó falló. Hizo el recorrido con su hija. “Le tengo una fe muy grande al Cristo, vengo siempre, no falté ni el año pasado”.

“Lo hacemos por devoción y por tradición familiar”

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Las dos hermanas Barbero cumplieron con el Cristo y procesionaron con sus hijos y una amiga: “Lo hacemos por tradición y devoción, acudimos para pedirle ayuda”. 

“Venimos nosotros en representación de toda la familia”

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Las restricciones del covid impidieron que Ángeles y César hiciesen la procesión en familia. “Venimos nosotros en representación de todos y les llevamos las velas para el Cristo”. 

“Se vende poco, pero para la pandemia no está mal”

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Carmen lleva años montando su puesto de velas y exvotos en el Cristo. “Para lo que es normalmente, este año se vende muy poco, aunque para ser pandemia no está mal”.

“Aunque no haga mucho, menos me dan en casa”

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A Carmen le tocó poner su puesto de rosquillas en la Praza da Pedra. “También estuve en Porta do Sol, me pongo donde me digan, aunque no haga mucho, menos me dan en casa”.

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