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Cinco fechas que marcaron Vigo

"Cachamuiña" echando abajo a hachazos la puerta de Gamboa, icono de la Reconquista.
photo_camera "Cachamuiña" echando abajo a hachazos la puerta de Gamboa, icono de la Reconquista.
La larga historia de Vigo, primero con población castreña, luego romana, la villa medieval y de la edad moderna y hasta ahora, puede apuntar cinco fechas claves que marcaron para bien y para mal.
Cuando nació Vigo. El 24 de agosto del año 60 antes de Cristo apareció por vez primera en la historia gracias a Cayo Julio César, quien según el historiador romano Dion Casio llegó a las Cíes, entonces Casitérides, en persecución de una tribu lusitana, durante su campaña por Hispania. César todavía no era dictador de Roma, ni había conquistado las Galias, pero era un general relevante y un político terciado, con 40 años. Es una historia-leyenda que retomó José María Álvarez Blázquez en su obra "La ciudad y los días". César intentó desembarcar en la isla Sur, San Martiño, en Cabo Vico, que nombraría a la futura ciudad. Ante la resistencia de los defensores, pisó Rodas, donde doblegaría a los herminios por el asedio y el hambre. Julio César descansó una temporada, convirtiéndose en el primer visitante oficial de las islas. Tras la campaña César pudo volver a Roma con un rico tesoro que le ayudaría a dominar la Urbe y el primer triunvirato con Pompeyo y Craso.
Cuando entró en la historia. El 23 de octubre de 1702. La Batalla de Rande es conocida internacionalmente como Batalla de Vigo, de ahí la existencia de una calle en Londres con tal nombre, cerca de la plaza de Trafalgar, recordando otra gesta naval británica. La victoria no lo fue tanto porque aunque los galeones se hundieron, el tesoro se redujo a casi nada. Es probable que el mito sobre el galeón hundido cerca de Cíes sea una invención del almirante inglés, George Rooke, al comprobar que ya se había desembarcado toda la plata. Al volver a Londres dijo que traía un tesoro, pero que se había ido a pique. Aquella derrota supuso la entrada de Vigo en los libros e incluso en monedas conmemorativas.
Cuando Vigo pudo ser Gibraltar. 7 de noviembre de 1719. La paz de Utrecht, que supuso la pérdida de todos los dominios de la monarquía hispana en el continente a cambio de que las potencias europeas aceptaran un Borbón en España y otro en Francia, acabó con la Guerra de Sucesión, pero no con los conflictos. Felipe V quiso tomarse su propia venganza e inició otra campaña para recupera el terreno perdido que le llevó a Cerdeña y otros territorios. Inglaterra reaccionó realizando invasiones en la costa española, comenzando por Vigo. En octubre  de 1719 una flotilla desembarcó en la entonces villa y la hizo suya luego de bombardear el castillo del Castro durante días. La toma se prolongó durante semanas, hasta el 17 de noviembre. Los ingleses acabaron por marcharse ante el hostigamiento y por considerar que la villa no tenía mucho valor. Se podría considerar la primera reconquista. Fue un episodio cruento, con cientos de bajas y el arrase de la plaza, que tardó en recuperarse.
Cuando Vigo se convirtió en ciudad. 28 de marzo de 1809. La historia más conocida y convertida en fiesta. La toma de la villa por las tropas de Napoleón se prolongó durante casi dos meses. Los franceses acabaron por capitular tras la carga contras las murallas el 28 de marzo de 1809. La rendición le valió a Vigo convertirse en ciudad Leal y Valerosa, clave en su devenir. A partir de ahí las cosas cambiarían radicalmente y comenzaría su historia moderna.
Cuando Vigo pudo ser capital. 27 de enero de 1822. Tras la Reconquista, Vigo comenzó a crecer y ser pujante. La primera división administrativa en provincias le dio la capital al lado de Lugo, Coruña y Ourense. La sede se instaló en la Rúa Real, de la familia López-Araujo, donde hoy están los registros. Con el fin del trienio liberal se acabaría la provincia. Otra derrota. Más tarde, un ejército vigués recuperaría la provincia, pero de forma efímera. Hasta hoy. n

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