Las citas presenciales deben pasar todavía por el filtro del médico, al que los usuarios explican por teléfono su problema de salud
nnn Los centros de salud ya están empezando a tener más pacientes presenciales, aunque previamente deben hablar por teléfono con su médico que es quien decide si deben acudir en persona y les cita a una hora concreta. El objetivo sigue siendo evitar aglomeraciones en la sala de espera de los centros de salud y como consecuencia posibles contagios. Acuden en primer lugar los casos urgentes o imprescindibles y se están programando las citas que habían quedado aplazadas, siempres con una cadencia que permita respetar la distancia de dos metros entre los usuarios.
A mayores, esta semana notaron que están acudiendo más pacientes sin cita alegando que se trata de una urgencia. Todos ellos deben pasar por un triaje previo (en el mostrador y luego con una enfermera) para ver si realmente es una urgencia por la que deben ser atendidos de inmediato o si deben pedir cita telefónica o presencial.
Por último, los centros iniciaron ya la segunda fase del estudio de seroprevalencia del Covid-19 del Sergas, que recae en las enfermeras y que los médicos habían pedido que no se hiciera porque no aportará datos distintos al que se hizo en la primera fase y al del Ministerio. En ambos casos se demostró que la población gallega tiene un porcentaje ínfimo de inmumidad porque el virus circuló poco en Galicia. La preocupación ahora en Atención Primaria está en el verano, que suele ser duro porque la sobrecarga es mayor, y en la posibilidad de contar con refuerzos, algo que no sucedió en los últimos años salvo casos puntuales y que esperan que cambie. Este año se unen las vacaciones del personal, la la existencia de profesionales que están exentos de atención presencial por tener factores de riesgo ante al Covid, el trabajo aplazado durante los meses de pandemia y la obligación de mantener a la vez los circuitos del coronavirus. La Sociedad Científica enfermera de Atención Primaria había pedido al Sergas la cobertura del 100% de las ausencias entre las enfermeras para hacer el estudio de seroprevalencia.n
A mayores, esta semana notaron que están acudiendo más pacientes sin cita alegando que se trata de una urgencia. Todos ellos deben pasar por un triaje previo (en el mostrador y luego con una enfermera) para ver si realmente es una urgencia por la que deben ser atendidos de inmediato o si deben pedir cita telefónica o presencial.
Por último, los centros iniciaron ya la segunda fase del estudio de seroprevalencia del Covid-19 del Sergas, que recae en las enfermeras y que los médicos habían pedido que no se hiciera porque no aportará datos distintos al que se hizo en la primera fase y al del Ministerio. En ambos casos se demostró que la población gallega tiene un porcentaje ínfimo de inmumidad porque el virus circuló poco en Galicia. La preocupación ahora en Atención Primaria está en el verano, que suele ser duro porque la sobrecarga es mayor, y en la posibilidad de contar con refuerzos, algo que no sucedió en los últimos años salvo casos puntuales y que esperan que cambie. Este año se unen las vacaciones del personal, la la existencia de profesionales que están exentos de atención presencial por tener factores de riesgo ante al Covid, el trabajo aplazado durante los meses de pandemia y la obligación de mantener a la vez los circuitos del coronavirus. La Sociedad Científica enfermera de Atención Primaria había pedido al Sergas la cobertura del 100% de las ausencias entre las enfermeras para hacer el estudio de seroprevalencia.n
