Tras el fin de la veda, la centolla volvió ayer a los mercados vigueses con un inicio de la campaña marcado por cierta escasez a tenor de las cantidades que recibió la lonja de O Berbés en la jornada inaugural. En total se subastaron 396 kilos de este crustáceo, un cifra cinco veces inferior a la que se registró el pasado año tras la época de veda: 2.100 kilogramos. A pesar de que las cantidades sean significativamente más bajas, la demanda por parte de los consumidores sigue inalterable. Muestra de ello fue la rapidez con la que se agotaron las existencias en plazas de abastos como la de O Berbés, donde se vendieron todas las centollas en apenas un par de horas.
El volumen de capturas trajo consigo un leve incremento del valor de los lotes, pasando de los 18 euros de precio máximo el kilo en 2018 a los 20 que se alcanzaron en la jornada de ayer. En los mercados, se pudo encontrar por precios que alcanzaron hasta los 23-25 euros por las hembras –más llenas en su interior–, mientras que los machos superaban tímidamente los 21 euros.
Las placeras destacaron que en el inicio de la campaña de la centolla “hubo buen género” y que esa escasez inicial desaparecerá con el paso de los días, como indica Tere, del Mercado Progreso. Este marisco es además uno de los que más incrementa su precio en las próximas semanas de cara a la campaña navideña, llegando a sobrepasar los 35 euros el kilo como ocurrió el pasado año en algunas plazas de abastos viguesas. n
