45 ANIVERSARIO DE SU MUERTE

El sueño frustrado de Cecilia: un terreno y una casa con vistas a las Cíes

Cecilia falleció a los 28 años, mientras viajaba desde Vigo, ciudad donde residían sus tíos y donde planeaba comprarse una casa.
photo_camera Cecilia falleció a los 27 años, después de actuar en la discoteca Nova Olimpia de Vigo.

Cecilia falleció a los 27 años en un funesto accidente de tráfico hace ahora 45 años, después de actuar en la mítica sala viguesa Nova Olimpia. Se encontraba en el punto más alto de su fama. Aquel concierto y algunas amistades no eran sus únicos vínculos con la ciudad: su madre y sus tíos nacieron también nacieron en Vigo

El 2 de agosto se cumplen 45 años de la muerte de Evangelina Sobredo Galanes, más conocida como Cecilia. Esa noche de verano de 1976, Eva regresaba a Madrid después de actuar en la discoteca Nova Olimpia de Vigo, ubicada en el emblemático edificio Fraga y propiedad de Alejandro Fernández Figueroa. La actuación del domingo 1 de agosto sería -sin saberlo- su último concierto. 

Decidió no quedarse a dormir en Vigo, tenía prisa por volver. Debía estar en Madrid a las 10:00 de la mañana del día siguiente para continuar con la grabación de su nuevo proyecto: un disco musicalizando la obra de Valle-Inclán. A eso de las tres de la mañana, un Seat 124 partió con destino a la capital. José Luis -Joe- González, organista de la banda, conducía el coche; el baterista Carlos de la Iglesia era el copiloto. Carlos Viciello, el bajista, acompañó a Cecilia en la parte trasera del vehículo.

Exceso de velocidad, la principal causa del accidente

Tres horas más tarde, en la carretera C-620 -actualmente N-525- el coche se estrelló contra un carro de bueyes. Estaban en la localidad de Colinas de Trasmonte, en la provincia de Zamora. Eran cerca de las seis de la mañana y aún no había amanecido, por lo que apenas había visibilidad. La reja de la carreta impactó de frente contra el parabrisas del automóvil, atravesando a Cecilia y a Carlos, que estaban sentados en la parte derecha del vehículo.

El accidente fue terrible. Eva murió en el acto. También falleció Carlos de la Iglesia. Joe González fue trasladado al hospital y Viciello fue el único que salió ileso de la catástrofe. La principal causa del siniestro fue probablemente el exceso de velocidad. El Seat 124 era un coche potente, aunque para llegar de Vigo a Zamora en escasas tres horas -el vehículo salió a las tres de la ciudad y el choque se produjo poco antes de las seis-, teniendo en cuenta cómo eran las carreteras españolas de los años 70, González apenas levantó el pie del acelerador. 

Un terreno y una casita con vistas a las Cíes

Manu Orío, periodista y exdirector de Atlántico, conoció a Cecilia. A pesar de que no eran íntimos, pasó con ella los días previos a su muerte. Tenían una amiga en común, Araceli García Serrano, también periodista y cantante del grupo La Compañía, que compartía discográfica con Eva. El periodista y la cantante se conocieron en una fiesta de cumpleaños. 

Araceli sabía que vendría a actuar a Vigo y pidió a Orío que la tratase bien. "Me dijo 'cuídamela'. Cecilia era muy tímida", recuerda Manu. Él se enteró a la mañana siguiente, al llegar a su puesto de trabajo: "Me encontré en el telefoto una fotografía de un coche hecho polvo, un Seat 124. Me sorprendió, pero no le di más importancia. Poco después me llamó Araceli y me lo contó". Orío recuerda cómo en uno de esos paseos que dio con Cecilia, la madrileña le confesó que quería comprar un terreno en Vigo y construir una casa con vistas a las Cíes. Le "daban paz", solía decir la cantante.

El concierto en Nova Olimpia y alguna que otra amistad no son los únicos vínculos que unen a Cecilia con Vigo. Su madre, Dolores Galanes, y sus tíos Moncho y Miguel nacieron en la ciudad. A pesar de su ascendencia viguesa, Eva apenas pasó tiempo aquí. Nació en Madrid en 1948. El trabajo de José Ramón Sobredo Rioboó, padre de Eva y diplomático de profesión, la obligaría a criarse viajando alrededor del mundo. Pasó su infancia en países como Reino Unido, Portugal, Estados Unidos, Argelia y Jordania.

En la cima de su fama

Cecilia falleció en el momento álgido de su carrera. Empezó a estudiar Derecho, pero abandonó la carrera para dedicarse a su verdadera pasión. Firmó su primer contrato con la discográfica CBS en 1971. Orío recuerda que CBS quería llamarla Eva: "Evangelina no les gustaba, pensaban que no tendría mucha pegada", pero ya había otra artista con ese nombre. Finalmente, una canción de Simon & Garfunkel le prestó el sobrenombre. Empezaba a ser conocida panorama de cantautores de la época. Su éxito llegó en 1975, de la mano de una de sus canciones más populares: Un ramito de violetas.

Ese mismo año, representó a España en el festival de la OTI. Interpretó Amor de medianoche, compuesta originalmente por Juan Carlos Calderón. A Cecilia la letra original le pareció demasiado "ñoña", así que decidió cambiarla por completo, convirtiéndola en un reflejo de su espíritu feminista. 

Enfrentamientos con la censura franquista

Aunque Eva se crio fuera de España, eso no le impidió sensibilizarse con la dictadura que sufría el país en aquella época. Incluía crítica social en sus composiciones, que en más de una ocasión le acarrearon problemas con el Tribunal de Orden Público, la instancia judicial de Franco encargada de la represión de delitos políticos. 

Un millón de sueños fue censurada. El título original era Un millón de muertos, haciendo referencia al homónimo libro de José María Gironella y a los fallecidos en la Guerra Civil. Cuando el tribunal le preguntó por el significado de la canción ella alegó que no tenía nada que ver con España. Cecilia contó que, en realidad, hablaba de la Guerra de los seis días (1967), de la que fue testigo mientras residía en Jordania.

Esta no fue la única vez que Cecilia tuvo problemas con la censura. También se vio obligada a cambiar la letra de Dama, dama -que critica la hipocresía de la clase alta-. La composición original decía "Puntual cumplidora del tercer mandamiento, algún desliz en el sexto". Tras una charla con los censores, la letra se sustituyó por "algún desliz inconexo". 

Mi querida España también le jugó malas pasadas. Tuvo que reemplazar "esta España viva, esta España muerta" por "esta España mía, esta España nuestra". A pesar de enfrentarse a la censura en repetidas ocasiones, sus problemas se solucionaron rápidamente. Manu Orío sugiere que quizá la relación de su padre -diplomático y embajador de España durante el franquismo- con el régimen fascista tuvieron algo que ver: "Que yo sepa, nunca le tocaron un pelo. Para algo su padre era quién era".

Cecilia murió a pocos meses de cumplir 28. Hay quién decide incluirla en el 'Club de los 27', con artistas como Kurt Cobain, Janis Joplin o Jim Morrison. El concierto de Nova Olimpia fue el último. Tras la actuación, se reunió con sus amistades viguesas para despedirse. Se dieron abrazos y prometieron verse la próxima vez que los gallegos visitasen Madrid. "Creo que fui el último que le dio un beso", recuerda Orío. 

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