La campaña llega a su tramo final y Carmela Silva, presidenta de la Diputación y del PSdeG, aprieta aún más su agenda para mostrar su apoyo a los candidatos socialistas. Con pocas horas de diferencia, Silva pasó desde la localidad costera de Baiona, a la interior de Mos para acabar en la fronteriza de Salvaterra de Miño.
Para reforzar su mensaje y matar dos pájaros de un tiro, aprovechó las visitas para supervisar las inversiones de la entidad provincial en cada concello. Así, en Baiona, el alcalde Carlos Gómez, que se presenta a la reelección, ejerció de anfitrión en el paseo de Pinzón, con una inversión de 830.000 euros. “La villa cambió mucho y para bien en estos cuatro últimos años; Carlos es consciente del enorme potencial turístico de Baiona”, afirma Silva.
En Mos, la presidenta recorrió la nueva biblioteca, en la que la entidad provincial destinó 400.000 euros. La aspirante socialista a arrebatarle la alcaldía a al popular Nidia Arévalo, Victoria Alonso, reivindica gobernar por y para las personas de Mos, algo aplaudido por Silva que la contrapuso a la actual regidora de la que criticó defender unos campos de fútbol “para engordar los intereses particulares de un señor”.
Finalmente, Carmela Silva se desplazó a Salvaterra de Miño, donde la recibió el candidato Félix González, que marcó como prioridad el despegue empresarial de la Plisan. “Hay que gobernar desde la tierra no desde el balcón”, dijo en una crítica velada a la actual regidora, la popular Marta Valcárcel. Desde la zona peatonal al colegio de Leirado, costeada por la Diputación, Silva pidió un cambio a la gente de Salvaterra “para dejar atrás a un PP que no es innovador y que repite las mismas cosas mandato tras mandato y volver poner en el mapa a un Concello que perdió posición en la provincia”.
