ACTIVIDADES MUNICIPALES

De campamento y con mascarilla

Los 80 participantes del campamento de verano de la ETEA realizan distintas actividades y deportes náuticos como el paddle surf.
photo_camera Los 80 participantes del campamento de verano de la ETEA realizan distintas actividades y deportes náuticos como el paddle surf.
Con el verano, miles de niños retomaron actividades organizadas por el Concello como las jornadas náuticas ya en marcha en la ETEA, con protocolos de prevención, higiene de manos y desinfección del material utilizado

La nueva normalidad también ha llegado para los niños y jóvenes vigueses, que esta semana ya se han reencontrado con sus compañeros en los campamentos de verano municipales, donde la mascarilla se ha convertido en un elemento más del día a día para garantizar la seguridad en tiempos del coronavirus.

El campamento náutico de la ETEA es uno de los más demandados cada año. Los primeros 80 asistentes en participar en este campamento, de las más de dos mil plazas en toda la ciudad, ya disfrutan de actividades y deportes acuáticos como como el kayak, el windsurf o el paddle surf.

Rubén Martínez, director de Tierra y Mar, asegura que los niños "son muy responsables y son conscientes de que les tenemos que tomar la temperatura, que se tienen que desinfectar las manos", aunque también señala que "en ocasiones todavía les cuesta entender que no puedan relacionarse con otros niños del campamento".

Este verano, la tendencia ha sido "dejar de lado los macrojuegos y pasar a realizar actividades más reducidas", afirma Jorge Fernández, uno de los monitores del campamento de la ETEA. Para prevenir contagios, la prioridad es reducir el contacto entre los 80 niños presentes en el campamento. Para lograr este objetivo se conformaron grupos de 10 jóvenes que conviven en todo momento con un sólo monitor. Las mascarillas son obligatorias en todo momento excepto cuando los niños están en el agua, ya que antes de iniciar las actividades las guardan en un paquete individual que los monitores les devuelven al salir.
Pero las medidas de prevención van mucho más allá, la coordinadora Cristina Cabaleiro señala que "los niños se limpian los pies y se lavan las manos cada vez que entran y salen del pabellón, y cada grupo tiene su mesa para merendar". Además, los monitores también desinfectan todo el material cada vez que lo utilizan.
Cabaleiro, que ya ha trabajado en seis ediciones de este campamento, asegura que "los niños, sobre todo los que repiten, están muy sorprendidos por estas medidas. Yo llevo aquí muchos años y era habitual que se dieran abrazos que saludaran al llegar cada día pero ya no se puede".
En esta edición, las medidas de prevención también afectan a los padres, que ya no podrán acceder al interior de las instalaciones para reducir aglomeraciones, por lo que tienen que recoger a los niños en la entrada.
Para poder llevar a cabo las actividades del campamento siguiendo este tipo de protocolos, ha sido fundamental aumentar el personal. "Antes había monitores distintos en las actividades en tierra y en las de agua, pero ahora los niños conviven todo el tiempo con el mismo. En este momento hay 8 monitores, uno para cada grupo, y otros dos de refuerzo, 10 en total", asegura Cabaleiro.
Las medidas de prevención contra la Covid-19 también hacen algo más complicado el día a día. "Hay muchos protocolos que entorpecen el desarrollo de las actividades, a lo mejor antes disponías de cinco horas para hacer los juegos pero ahora los tiempos se redujeron mucho", indica Jorge Fernández. n

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