VIGO

El cambio de fase ya llegó a 9 concellos

Casa Henriqueta, en Santa María de Oia, uno de los municipios donde este fin de semana es posible ya abrir en el interior y sin franjas horarias.
photo_camera Casa Henriqueta, en Santa María de Oia, uno de los municipios donde este fin de semana es posible ya abrir en el interior y sin franjas horarias.
El Gobierno permite a los ayuntamientos de menos de 10.000 habitantes y que además tengan baja densidad poblacional beneficiarse ya de medidas reservadas para las siguientes etapas de la desescalada

nnn  Un total de 219 de los 313 municipios gallegos, es decir, el 70%, quedan libres ya en su totalidad de franjas horarias para pasear  y hacer deporte y también poden abrir los espacios interiores de bares y restaurantes este fin de semana, en un primer experimento de la fase 2 que se aplica desde el lunes. Son concellos de menos de 10.000 habitantes que además tienen una densidad poblacional inferior a 100 habitantes por kilómetro cuadrado. Entre ellos hay un total de 22 de la provincia de Pontevedra y 9 del área sanitaria de Vigo, sobre todo del Condado: Arbo, Crecente, Covelo, Mondariz, As Neves, A Cañiza, Pazos, Fornelos y Santa María de Oia. La gran mayoría ya tenían parroquias libres de franjas pero ahora amplían esa potestad a todo su término municipal y también ven reducidas as medidas de confinamiento. La decisión la tomó el Gobierno, que a su vez indicó a la Xunta que hiciera un listado de los ayuntamientos beneficiados. 
Según señalaron en la Vicepresidencia de la Xunta, al incluir el criterio de la densidad se hace imposible aplicar esta norma por parroquias individualizadas, ya que ninguna de las ubicadas en ayuntamientos de entre 5.000 y 10.000 habitantes reuniría este requisito, y, por lo tanto, no se sumaría a las que ya tienen libertad de franjas. A pesar de esto, las parroquias de menos de 5.000 habitantes que no cumplan el nuevo criterio de densidad incluido en el BOE mantendrán, según la Xunta, su libertad de franjas para pasear y hacer deporte como hasta ahora, "ya que no se entendería que ahora se vieran perjudicadas". En cambio, las parroquias de Vigo de 10.000 habitantes, como Coruxo, quedarían de nuevo dentro de las franjas horarias del casco urbano.
En el caso de los nueve ayuntamientos señalados en el área sanitaria de Vigo, sus vecinos  podrán abrir el interior de los establecimientos de hostelería con un aforo que no supere el 40%. 
El anuncio provocó no poca confusión sobre los ayuntamientos y núcleos agraciados con la medida y en este sentido obligó al alcalde de Nigrán, Juan González, a advertir a sus vecinos que la desescalada no se llevará a cabo en ninguna parte del municipio al no cumplir los supuestos establecidos en población y densidad. Telecinco incluso puso en su informativo de medio día el ejemplo de Panxón como uno de los lugares donde ya disfrutarían de la fase 2 adelantada.
Juan González confirmó a este diario que aunque si bien es cierto que ningún núcleo de población del municipio supera los 10.001 habitantes, todos tienen una densidad de población superior a 100 personas por kilómetro cuadrado. Esta, según aclaró González,  es una condición indispensable para poder acelerar su entrada en vigor, que en la comarca del Val Miñor estaba prevista inicialmente para el lunes 25 de mayo, como el resto de Galicia. 
Antes, por la mañana, el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, señaló que "corresponde" a la Xunta decidir los municipios, pueblos y núcleos de menos de 10.000 habitantes que van a disfrutar de libertad horaria para moverse sin necesidad de seguir franjas. El pasado lunes en la propuesta que envió la Xunta al Gobierno para pasar a la fase 2 de la desescalada también se solicitaban "aclaraciones" para los aspectos de movilidad en los ayuntamientos de hasta 10.000 habitantes. En principio, los miembros de una familia que residan en el mismo domicilio podrán salir a pasear juntos. En el caso de los desplazamientos por parte de los menores de 14 años, no será de aplicación el límite de un adulto responsable y hasta tres niños, pudiendo realizar dichos desplazamientos todos los convivientes en dicho domicilio. También se flexibiliza la distancia para realizar dichas salidas, hasta ahora estaba restringida a un kilómetro. 

En Oia ya se puede comer en el interior del bar

 La flexibilización de las restricciones aprobada por el Gobierno central para municipios de menos de 10.000 habitantes permite a la localidad de Santa María de Oia adoptar ya algunas de las medidas contempladas para la fase 2. De este modo y con la entrada en vigor formalizada ayer, los establecimientos del sector hostelero pueden comenzar a servir comidas tanto fuera como dentro de los locales con un aforo restringido al 50 y 40% de su capacidad nominal,  respectivamente. 
Además se les permitirá hacer uso de los cuartos de baño mientras se mantengan las condiciones de higiene establecidas. Sin embargo y pese a ser conocedores de la nueva medida algunos de ellos no modificarán su carta de ruta y aguardarán hasta el lunes para dar el salto de tramo contemplado en el ‘Plan para la transición hacia una nueva normalidad’. Esteban Dantes Álvarez  regenta el restaurante Casa Henriqueta ubicado en primera línea a escasos metros del monasterio, y en su caso esperará al inicio de la semana que viene para abrir su cocina. La falta de previsión es para él motivo de peso por el que aguardar al cambio ya que aprovechó el parón para reestructurar su oferta gastronómica y vinícola y en estos momentos se encuentra ultimando la digitalización de su carta, que a partir del lunes será descargable en dispositivos móviles a través de un código QR. 
Dantes reabrió sus puertas el pasado sábado y destacó el buen comportamiento de su clientela y pasado mañana se reunirá con sus tres trabajadores adheridos el ERTE para reincorporarlos de inmediato. “Prefiero esperar dos días y hacer las cosas como es debido, por el momento continuaremos con las tres mesas que tenemos en la fachada más las de la terraza trasera pero solo sirviendo bebidas”, aclaró. Esteban ve en el verano la única salida para tratar de salvar la temporada tras verse, como otros muchos,  en la obligación de echar el cerrojo aunque también respira aliviado porque en el momento  que se decretó el estado de alarma se disponía a contratar a otros cuatro trabajadores.  Las  previsiones de fechas señaladas como Semana Santa o Día del Padre, eventos deportivos como el Trans Serra da Groba, la maratón Vigbai o el aumento de peregrinos que completan el Camino Portugués de la Costa que habitualmente se registra en primavera llevaron al hostelero oiense a estar a punto de duplicar su plantilla. “Toda nuestra agenda se puso de patas arriba  y hablamos de pérdidas muy importantes”, aclaró.  

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