Inició la campaña en la fábrica de Clesa en Caldas, la única que se salvó del grupo cuando él era conselleiro de Industria.
¿Cómo ha sido su vuelta a la política activa?
Muy contento, animado, viendo a mucha gente que reconoce el trabajo que se hizo entonces (como conselleiro), acercándome a la realidad de las cosas política.
¿Cuánto tiempo tardó Corina Porro en convencerlo?
Siempre he estado ahí, en el PP. Tengo vocación política desde niño, desde los 17 años he estado pendiente de las cosas políticas. En el PP hubo un cambio importante en el liderazgo: que Corina sea la presidenta de la gestora me hace considerar las cosas de otra forma, hablando con ella y viendo que tenemos que estar todos unidos, tomé una decisión.
¿Le convenció de las dos cosas, de entrar en la dirección del PP vigués y en el Senado?
Me llevó un tiempo porque significa un compromiso de dedicación mayor, y tenía mi vida encaminada profesional y personal, y ahora cambian las circunstancias empresariales y familiares. Era razonable darme un tiempo.
¿Para un empresario es más difícil entrar en política?
Sí, mucho, para un empresario o autónomo, para cualquiera que tenga una inversión es muy complicado: por las normas de incompatibilidad resulta muy difícil participar en la vida política. Hay que cambiar entre todos el perfil de la política para que no sean solo funcionarios, sino también de la sociedad civil.
Va al Senado, y ya sabe la fama que tiene. Mala fama.
Creo que el Senado hay que explicarlo, me doy cuenta de que se desconoce el Senado. Es una cámara de representación territorial, con el mismo peso todas las provincias. No se explica bien y no tiene muy buena fama -se ríe- pero tiene utilidad y además puede dar otras mayorías y ser un instrumento de equilibrio y de aplicación del 155. Hay una ventaja: son listas abiertas y hay que querer votar a la persona. Es otra forma de elección.
¿155 ya sí o no?
En la actualidad hay circunstancias extremas y graves, no sé si ahora hay que aplicarlo. Está ahí aunque no es el deseo de nadie. Lo mejor es que entren en la senda lógica. Hay un poco de eso en el ambiente de las elecciones. Por eso el Senado hay que pensarlo bien, porque una mayoría puede decidir.
¿El Senado le sirve también como una encuesta personal en Vigo?
No lo considero así. No creo que en el tiempo de campaña podamos influir, aunque sean abiertas.
¿Será candidato a la alcaldía?
Ahora tenemos unas elecciones, vamos a por ellas, luego las autonómicas, luego mucho tiempo para las municipales. Esa es la realidad, la política es líquida, va cambiando. Ahora vamos a tratar los intereses de Vigo y la provincia y luego ya se verá. En Vigo el PP obtuvo un resultado en las municipales que no gusta y queremos salir a ganar. Ya vendrán otras consideraciones.
Curiosamente, va a coincidir en el Senado con Elena Muñoz.
Me llevo muy bien con ella. Tuve discrepancias en su momento, estuvimos enfrentados en un congreso, pero hay buena relación y tengo una buena opinión de ella. Dos senadores de Vigo podremos hacer más por la ciudad.
